Morata no es suficiente

Para entender el estado de ánimo en torno al Milan, basta con mirar la clasificación de la Serie A. Los rossoneri marchan octavos, a 14 puntos de un liderato ya inalcanzable y a ocho de la zona Champions, con un partido por recuperar justo ante el Bolonia, que los precede en la tabla. Nada que ver con las expectativas del verano, cuando comenzó la era Paulo Fonseca. El portugués prometió un “juego dominante y agresivo”, pero eso solo se ha visto en momentos aislados, aunque memorables. La victoria en el derbi de septiembre con el Inter (que salvó el banquillo de Fonseca) puso fin a seis derrotas consecutivas contra los conciudadanos, y el triunfo contra el Madrid en noviembre será recordado durante años. En Champions, además, el equipo reaccionó tras las derrotas ante Liverpool y Leverkusen, logrando cuatro victorias consecutivas. Pero no basta.

La afición del Milan está enfurecida con la directiva, e incluso Zlatan Ibrahimovic fue abucheado durante la celebración de los 125 años del club, mientras su imagen aparecía en las pantallas gigantes del Meazza. Álvaro Morata, con cinco goles y dos asistencias en sus primeros 1.112 minutos como milanista, es de los pocos que se salvan de las críticas. Fonseca lo elogia constantemente, y su compromiso en el campo ha conquistado a la hinchada. Sin embargo, otros líderes están en el centro de la polémica.

Rafa Leao, clave en ataque, fue suplente tres veces seguidas en octubre por decisión técnica. Fonseca no estaba satisfecho con su rendimiento. Ahora, el técnico ha adoptado el mismo “castigo” con Theo, cuyo futuro (su contrato vence en 2026) es incierto. El francés vio desde el banquillo el empate sin goles contra el Genoa y jugó ante el Verona solo por la lesión de Leao, obligado a abandonar el campo. Su ausencia, eso sí, sirvió para destacar a Álex Jiménez, que dejó buenas sensaciones con su calidad y personalidad.

Fonseca criticó duramente a sus jugadores tras la sufrida victoria contra el Estrella Roja. Y el capitán Calabria, señalado como uno de los destinatarios del mensaje, pidió “respeto” en redes sociales para defenderse de “noticias falsas”.

La gestión del técnico divide a la hinchada: muchos culpan a los futbolistas; otros creen que Fonseca está empeorando las cosas. Pioli, muy criticado en sus últimos meses, había construido una relación sólida con la plantilla. En sus cuatro temporadas completas, ganó un Scudetto, fue dos veces subcampeón y acabó cuarto una vez, aunque alcanzando una semifinal de Champions.
Fonseca, con solo dos victorias en las últimas seis jornadas de Serie A, necesita un giro inmediato. Recuperar a sus figuras clave será esencial para superar los retos que se avecinan. El 29 de diciembre recibirán a una Roma herida, y el 3 de enero jugarán la semifinal de la Supercopa contra la Juventus. Más tropiezos no harán más que avivar las dudas y las polémicas.

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