Misterio con Xabi Alonso

A principios de noviembre, el Leverkusen de Xabi Alonso parece haberse despertado definitivamente del sueño en el que vivió la temporada pasada. Después de firmar una temporada casi perfecta, que coronó con la primera Bundesliga de toda su historia y la conquista de la Pokal, el equipo dirigido por el técnico tolosarra vuelve a ser humano y eso se refleja en todas las competiciones que los renanos están disputando este año. En la Bundesliga ya son siete los puntos que le separan del Bayern en lo más alto de la tabla y, en la Champions, se sitúa en mitad de la tabla después de caer goleado en Anfield este pasado miércoles. De intratable a fácilmente vulnerable, ese es el misterio que tiene que resolver Xabi lo antes posible.

Independientemente de los recientes resultados adversos, Xabi sigue estando convencido de que los suyos se mantienen en el buen camino. “Sería algo estupendo si pudiéramos acercarnos a los ocho de arriba en Champions o, incluso, estar entre esos ocho. Hoy no estamos contentos, pero no es el fin del mundo, aún quedan cuatro partidos, hay muchas esperanzas y muchos retos por delante. Será más difícil dormir, pero mañana pensaremos en el próximo partido y tendremos tiempo de ver tanto lo positivo como lo negativo”, subrayó Xabi tras una derrota ante el Liverpool que, según sus jugadores, sí le costó digerir al míster. “Xabi sufrió mucho”, desveló el guardameta Hradecky después del pitido final en tierras inglesas.

Lo que llamó la atención contra los Reds fueron las dos caras que llegó a mostrar el campeón alemán. Durante los primeros 60 minutos, el conjunto de las aspirinas le mantuvo el pulso al cuadro dirigido por Slot para, luego, derrumbarse tras el primer gol en contra y terminar encajando tres más en apenas 30 minutos. “Para ganar a los mejores, hay que pasar por momentos difíciles y sufrir”, exigió Xabi y su capitán, Xhaka, añadió: “La primera parte fue bastante buena. Pero no podemos dominar al Liverpool durante 90 minutos. Encajamos goles con demasiada facilidad porque nos quedamos parados muy a menudo, no seguimos el ritmo del rival. Es algo que no podemos permitirnos a este nivel porque te castigan sin piedad”.

Antes del parón, el Leverkusen aún tiene que visitar al farolillo rojo de la Bundesliga, el Bochum. Sin embargo, el calendario le depara una cita transcendental justo después. El 3 de diciembre, el actual cuarto clasificado de la Bundesliga visita al Bayern en los octavos de la Pokal, eliminatoria a partido único que pondrá a prueba el verdadero poderío de un Leverkusen que, además de lo futbolístico, tiene más frentes abiertos en la actualidad. En la planta noble del BayArena dan por hecho que Xabi buscará un nuevo reto a final de temporada y ya trabajan en cerrar a su sustituto (suenan Hoeness del Stuttgart y Wagner, segundo de la selección alemana). Al crack Wirtz, muy a pesar de tener contrato hasta 2027, también le atraen los cantos de sirena desde Madrid. Horas convulsas en un Leverkusen que necesita volver a centrarse en lo que le hizo prácticamente invencible el curso pasado: el fútbol.

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