Mbappé: ¿venta o farol?

Desde que Qatar aterrizara en París para comprar al PSG, en 2011, no constan registros de una venta importante. De hecho, el máximo beneficio que ha obtenido en doce años fue por Gonçalo Guedes, que fue traspasado al Valencia por 40 millones de euros. La última gran estrella que vendió, en una época en la que Doha no había invertido todavía, fue Ronaldinho, por el que pagó el Barcelona 25 millones de euros más siete en variables en el año 2003.

Si algo ha caracterizado a Qatar dentro de su periplo en París es que no ofrece ninguna escapatoria a los jugadores que quieren abandonar el PSG antes de la finalización de sus contratos. Si son importantes, la premisa ha sido clarísima: únicamente saldrán gratis. El caso paradigmático fue Thiago Silva, que en su día intentó marcharse a Inglaterra, pero el club ni siquiera escuchó las ofertas que llegaron. En 2020, cuando Leonardo no le ofreció renovar, fichó por el Chelsea, pero tuvo que ser como agente libre.

El segundo en querer dejar el PSG fue Marco Verratti, con el que Qatar no tuvo escrúpulos. En el verano de 2017, el mediocentro italiano le pidió a Nasser Al Khelaïfi que le dejara fichar por el Barcelona, dispuesto en aquel entonces, en una situación económica muy diferente a la actual, a desembolsar 110 millones por hacerse con sus servicios. El Emir y los dirigentes no titubearon: o renovaba o se pasaría la temporada en la grada.

Verratti, que no podía hacer más que acatar las órdenes de Qatar, decidió renovar y no solo eso, sino que días después apareció en un vídeo en el canal oficial del PSG pidiendo perdón a los aficionados por haber intentado forzar su salida. Aunque actualmente, posiblemente por un giro radical de la política del país de la Península Arábiga en su inversión en París, está en venta, la realidad es que en su día no tuvo oportunidad de hacer las maletas.

El siguiente en sufrir en primera persona la dureza del PSG para dejar salir a sus estrellas fue Neymar. Con el brasileño. sin embargo, sí que hubo reconocimientos en público para venderle al Barcelona en 2019, pero fueron un farol. Leonardo, en declaraciones a Canal Plus Francia, aseguró que aceptarían una oferta por el ‘10′, pero “bajo sus condiciones”, la misma frase que usó en 2021 con Mbappé y que terminó con ambos sin posibilidad de salir.

A Cavani, el máximo goleador de la historia del PSG antes de la irrupción fulgurante de Mbappé, también le pusieron obstáculos. A tan solo seis meses del final de su contrato, en enero de 2020, Leonardo repitió las mismas palabras que con Neymar. “Estamos negociando con el Atlético de Madrid, pero le venderemos si aceptan nuestras condiciones”. El resultado era evidente. Cavani siguió en París y el club, más bien Leonardo, le impidió disputar la fase final de la Champions League tras la pandemia.

El caso de Kylian Mbappé resulta algo más esclarecedor que los anteriores, pero no hay que olvidar que Qatar siempre ha intentado estar por encima de cualquier otro club en las negociaciones. El PSG filtra que el internacional francés está en venta y que le venderá lo antes posible en caso de que no renueve, algo que ya le ha comunicado al conjunto parisino y que, según el futbolista, a través de un comunicado en AFP, se lo hizo saber el 15 de julio de 2022, dos meses después de su renovación.

El PSG quiere jugar sus cartas y esas son meterle en una tesitura complicada a Mbappé, que ya ha reiterado esta semana que está dispuesto a cumplir el año de contrato que le resta, pero no a renovar hasta 2025, lo que, a su vez, deja la pelota en el tejado del club. Si realmente está en venta, habrá que esperar acontecimientos, porque ya sabemos que Qatar únicamente contempla dejarle salir si existe una oferta que se adapta a sus duras pretensiones. El culebrón, interminable, continúa.