Mbappé asume el riesgo

El Real Madrid cruzará los dedos al ponerse esta noche frente al televisor para ver lo que sucederá en el Parque de los Príncipes de París. Allí, la selección francesa se medirá con Azerbaiyán en su tercer partido de la fase de clasificación para el próximo Mundial de 2026, un duelo a priori sencillo por la enorme distancia entre ambos equipos y sin urgencias, toda vez que Francia ha ganado sus dos partidos anteriores y es líder en solitario de su grupo. Y sin embargo, la posibilidad de que Mbappé sea titular es real, pese a que se marchó a este parón tras retirarse del duelo ante el Villarreal con un esguince de tobillo y a que de cuatro sesiones con Francia, sólo completó una, ayer.

Es lógico que el Madrid ande nervioso ante la posibilidad de que las molestias de Mbappé se conviertan en algo más grave: lleva 14 goles en diez partidos y ha sido el autor del 54% de los tantos anotados por los de Xabi. Kylian no es uno más y el Clásico ante el Barcelona está a la vuelta de la esquina, el domingo 26 de octubre. Pero todo apunta a que el parisino juega esta noche, como él mismo dejó claro ayer. El simple hecho de que saliese a comparecer ante los medios ya es un indicador de que no quiere un rol secundario para este parón.

“Los clubes pagan y no quieren perder a sus jugadores. Y para nosotros, la selección francesa es lo más importante. Pero hubo una comunicación clara con el Madrid. Tenía una cosa en el tobillo, pero quise venir. Y el club fue comprensivo. No hay problema, todo va bien. Quiero jugar y el entrenador quiere que juegue. Me siento bien. Eso es todo”, explicó Mbappé; Deschamps, por su parte, no fue tan tajante, aunque sí dejó claramente la puerta abierta a la titularidad del madridista: “Lo del tobillo no es algo grave. Es más un tema de sensibilidad. Ha seguido el programa previsto. Si todo va bien, estará disponible”.

Mbappé va a por Giroud

En el Madrid asumen que se ha marchado al parón para jugar, de otra forma se habría negociado con la Federación de Francia para que le liberasen. Son dos duelos, ante Azerbaiyán e Islandia, que no son a vida o muerte, pero en los que Kylian tiene cosas en juego. La primera es una cuestión estadística e histórica: con 52 goles con Francia, está a sólo cinco de los 57 de Giroud, el máximo artillero de la historia de los Bleus. Si se le da bien, puede volver a Madrid habiéndole quitado ese honor. “El objetivo es clasificarse... Pero si puedo marcar, no me voy a privar de ello. Quiero igualar a Giroud, pero es algo que llegará naturalmente”, dijo ayer.

Y luego está su rol en la selección, tras lo sucedido el curso pasado, cuando se quedó voluntariamente fuera de una convocatoria para centrarse en su adaptación al Madrid y luego Deschamps no le llamó a la siguiente. Aquello suena a pasado: lleva el 10 que antes portaron Platini o Zidane y es el capitán. Pero le conviene dejar toda la huella que pueda ahora que está en estado de gracia: “He comenzado bien, con el Madrid y con la selección. Puedo mejorar y trabajo para ello”. Mientras, en el Madrid rezan todo lo que saben para que el tobillo de Kylian no diga basta...

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