BÉLGICA

Mario González: “Será muy bonito pelear con Jutglà por el pichichi belga”

Mario González, lanzado, viene de marcarle un hat-trick al Zulte en 45 minutos y ya lleva los mismos goles, seis, que el del Brujas en la liga belga.

Plumb Images

Mario González (Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja, Burgos, 1996) suma seis goles y una asistencia con el Oud-Heverlee Leuven después de su último hat-trick en 45 minutos. Pugna con Jutglà por convertirse en el máximo artillero de la liga belga. En Portugal tiene el récord del hat-trick más rápido de su historia. La inteligencia artificial de Olocip dictamina que en este momento es el tercer mejor jugador por valor de la liga belga.

Hat-trick saliendo desde el banquillo para sumar ya seis goles en solo 400 minutos jugados. Mejor, casi imposible.

Estoy muy contento por cómo han arrancado las cosas. Es positivo e importante, no sólo por los tres goles contra el Zulte.

Es que llegó con la temporada empezada y con apenas dos entrenamientos, salió a jugar y marcó.

Me tocó llegar al final del mercado. Había habido una expulsión en el último partido y tenía que debutar sí o sí. No era problema, porque estaba preparado. Jugué y marqué. Se dio muy bien.

¿Cómo se le presentó la decisión de optar por jugar en Bélgica?

Yo pertenezco al Braga y, al principio, la idea de las partes era la de quedarme allí después del paso por el Tenerife. Pero avanzado el mercado el club me explicó que si tenía una opción de salir, que lo mirara. Mi agente estaba preparados, venían manejando cosas y este proyecto me convenció. Para algunos es una sorpresa que un club joven como este esté ahí, pero no para el club porque quería dar ese paso. Pertenecemos al mismo grupo que el Leicester, hay un plan para crecer y todo eso me llamó la atención. Me convencieron. Tenía muchas opciones. Cosas en España, sobre todo en Segunda División. Había muchas cosas, pero esto era muy interesante. Las de España eran ofertas momentáneas y aquí seducía el proyecto. Yo tenía también ganas de cambiar de aires. Yo me guío por sensaciones y la que me daba esto era muy buena.

¿Y qué fútbol se ha encontrado?

Muy diferente a lo que pensaba y a España. Extremadamente físico. Más que en Francia, donde también he jugado. A nivel táctico, quizá, está menos trabajado, pero hay nivel. No como en España, que es una de las mejores ligas del mundo, pero ahí está. El Brujas haciéndolo muy bien en la Champions, haciendo sufrir al Atlético y compañía. El Unión Saint Gilloise haciendo lo mismo en la Europa League.

El Brujas ha sido una sorpresa en la Champions.

Aquí no ha sorprendido. En el país no tanto porque han dado un salto cualitativo en los últimos años. Un salto grande. Se ha visto también la evolución del equipo nacional.

Y ahora está en Bélgica peleando por el pichichi con Jutglà, otro delantero español.

Es cierto, peleamos los dos por ello. Él está a un nivel muy alto en un equipo con mucha competencia. Estamos dando una muy buena imagen en el país y el objetivo es seguir haciéndolo. Marcar muchos goles. Se está hablando de nosotros aquí.

Comparten agencia de representación. ¿Han comentado entre ustedes esta pelea por el pichichi?

Aún no hemos tenido relación. Pero seguro que habrá momento de hablar. Será bonito ver al final cómo termina esa pelea.

Usted se ha metido a golpe de hat-trick, algo que no es nuevo para usted. En Portugal es el hombre récord.

Sí. En Portugal hice uno en ocho minutos jugando con el Tondela contra el Moreirense y eso que me olvidé las botas.

¿Cómo?

Es gracioso. El día anterior se me olvidó meter las botas en la mochila y no las tenía al llegar al campo. Uno de los centrales del equipo me dejó unas y con ellas marqué los tres goles. En el minuto 12 ya llevaba tres. Fue el hat-trick más rápido y el más rápido entre el primero y tercer gol. Fue muy especial. Después le compré unas botas al central como agradecimiento.

El año pasado estuvo muy cerca, a un partido, de subir a Primera con el Tenerife. ¿Qué faltó?

En realidad, no faltó nada. Ganar el último partido al Girona, pero se hizo una temporada tremenda. A priori, el equipo no se había diseñado para estar ahí al final, nadie apostaba por ello. Lo tuvimos cerca. Empatamos cerca de la hora de partido y luego entre algún error y mala suerte, no pudimos conseguirlo. Fue una pena por la afición.

Y, de nuevo, otra experiencia fuera.

Sí, esta vez si cabe, ha sido más complicado por el fallecimiento de mi padre. Mi madre está sola en Burgos y mi abuela en el pueblo, también. Cuesta, pero había que dar el paso. Mi familia me ha apoyado, pero no quita que sea siempre difícil alejarte de casa.

¿Cuál es la meta del equipo?

Lo primero meterse en el segundo playoff, que nunca se ha conseguido. Pero como digo, el club es ambicioso y mira más allá. Estamos arriba, quintos. Somos conscientes de la dificultad, pero lo vamos a pelear.

Pertenece al Braga y está cedido. ¿Qué plan de futuro se ha hecho al acabar la temporada?

Aún ninguno. Estoy a préstamo hasta junio y, después, el Leuven tiene una opción de compra de 2,75 millones. Veremos qué pasa.

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