Marcelino se estrella en Grecia

Marcelino necesita tiempo en el Marsella, pero la actualidad no se lo puede otorgar. El conjunto marsellés perdió 1-0 en su visita a Grecia contra el Panathinaikos en un partido bastante flojo en líneas generales y marcado por la expulsión de Kondogbia en el segundo tiempo. Decidió un solitario gol de Bernard, que había entrado en la segunda parte, a falta de ocho minutos para el final. El martes, con un Vélodrome que se espera lleno a rebosar, el OM deberá remontar una eliminatoria, la tercera ronda previa de la Champions, que se le ha puesto cuesta arriba y que podría ser determinante en la planificación de la plantilla a lo largo del mes de agosto.

El inicio del partido, posiblemente por encontrarnos todavía en plena pretemporada, no fue sencillo para el equipo de Marcelino García Toral. El asturiano, fiel a su 4-4-2, se encontró con serias dificultades para imponerse en campo rival y el Panathinaikos, aunque tímidamente, sumó varias llegadas que amenazaron la portería de Pau López. Kondogbia fue de los pocos que pudo imponerse en el centro del campo, mostrando un nivel físico exuberante y recuperando sensaciones después de una temporada complicada en el Atlético de Madrid.

No hubo ni un tiro a puerta en todo el primer tiempo. Los griegos, comandados por un excelente Rubén Pérez, sí tuvieron más presencia en el área rival, pero prácticamente ni probaron a Pau López. El Marsella tuvo una llegada peligrosa, después de un centro de Ounahi que remató Aubameyang, aunque su remate no cogió portería y se marchó bastante desviado.

El segundo tiempo fue un campo de minas para el Marsella, que salió del túnel de vestuarios con una zozobra todavía mayor a la que había comenzado el encuentro. Ahora sí, las ocasiones del Panathinaikos fueron más claras, acercándose con mucho peligro a la portería de Pau López, aunque sin exigir la intervención del portero debido a la falta de puntería de sus delanteros.

El punto álgido del partido llegó en el minuto 65, después de un duelo en el centro del campo al que llegó tarde Kondogbia. El centroafricano, amonestado en el segundo 30 de partido, pisó la bota de un rival y vio la segunda amarilla. Marcelino, obligado a reaccionar, dio entrada a Rongier para seguir con dos centrocampistas y quitó a Ounahi, que desde el Mundial sigue sin demostrar ser el mago que maravilló en Qatar. El Marsella comenzó a agazaparse en su propio campo y los espacios se redujeron, aunque Gigot, central marsellés, salvó a bocajarro un remate clarísimo de Sporar en el área pequeña.

Los malos augurios del Marsella se consumaron en el tramo final. El Panathinaikos apretó el acelerador, consciente de que el resultado no le valía, y encontró su premio a través de Bernard. El brasileño había entrado en el segundo tiempo y aprovechó una indecisión de la defensa rival para batir a Pau López y marcar a placer. Al OM ya solo le faltaba aguantar el resultado. El sábado comienza, ante el Reims, la Ligue 1, pero la verdadera final, la que va a determinar su temporada, será el martes, con un Velodrome lleno, frente al Panathinaikos.