Maguire se quita un lastre

Cuarto ensayo y primer empate de la pretemporada para el Manchester United, que poco a poco está cargándose de confianza. Igual que Harry Maguire, al que se le volvió a ver disfrutar sobre el campo después de mucho tiempo. Más allá de los goles de Sancho y Cash -en propia puerta- para el United y los de Bailey y Chambers para el Villa, el capitán de los ‘Red Devils’ fue el gran protagonista de la velada en el Optus Stadium. Un estadio con la presencia mayoritaria de aficionados del United, que esta vez no pitaron a Maguire como sí hicieron algunos seguidores en el anterior amistoso contra el Palace.

Así pues, la mano de Ten Hag se empieza a notar en un equipo encabezado por el tridente Rashford, Martial y Sancho. Sin duda, los tres remedios para el ataque ante la ausencia de Cristiano Ronaldo, que sigue deshojando la margarita. Y el United le espera públicamente pero tampoco le ha echado en falta en su gira de amistosos por el sudeste asiático y Australia.

Allí, en las antípodas de Gran Bretañana, el equipo mancuniano volvió a hilvanar buenas jugadas. De una de esas estupendas combinaciones salió el primer gol del partido, obra de Sancho, que llegó puntual a su cita con el segundo palo. Tiempo antes, Maguire había amenazado la portería de los villanos, aunque Dibu Martínez le negó el gol con una soberbia respuesta a su remate de cabeza.

Pero ni la parada del meta argentino derrumbó el ánimo de Maguire, que salió a los 67 minutos con el 100% de los ‘takles’ o entradas ganadas y una precisión en el pase del 95%, tal y como desveló Statman Dave. Unos buenos datos que se terminaron de plasmar sobre el campo con el 2-0, gracias a un gol en propia del desafortundado Cash.

Después llegó la segunda mitad y la irrupción de Bailey, que entró como un ciclón para hacer el 2-1 y poner patas arriba el duelo. El mismo Bailey estuvo muy cerca de hacer el 2-2 pero fue de nuevo Maguire el que apareció para salvar a De Gea, que en los instantes finales, ya sin muchos de los titulares sobre el campo, falló a la salida de un córner y vio pasar el cabezazo mordido de Chambers, que hizo el 2-2 final.