Lukaku se desnorta y la afición del Inter dice basta

Romelu Lukaku ha vivido un año absurdo. En los próximos días el Inter cerrará su increíble regreso, que le costará unos 10 millones (variables incluidas) por su cesión seca desde el Chelsea, que había desembolsado 115 millones de euros hace apenas un año por sus servicios. Su adiós a los nerazzurri en 2021 ya había causado mucha polémica por la repentina manera con la que llegó. El 2 de junio, el belga había declarado: “Me quedo en el Inter, ya hablé con el nuevo entrenador y la conversación fue positiva”. Tras estas frases, sin embargo, empezó la negociación con el Chelsea, que le incorporó el 12 de agosto. Los tifosi, enfurecidos, le llamaron traidor y cancelaron los murales que le habían dedicado, y el delantero, por su parte, expresaba toda la ilusión que estaba viviendo por haber vuelto al club que adoraba desde niño.

La aventura no arrancó bien, y ya en diciembre explotaba la primera bomba. Lukaku habló en ‘Sky Italia’ pidiendo perdón a los hinchas interistas y afirmando que espera “regresar al Inter no al final de la carrera, sino a un buen nivel, para seguir ganando”. Nada será lo mismo después de esta entrevista. Su relación con el Chelsea se rompe definitivamente, con Tuchel que, en abril, reconoció que el matrimonio con el punta “no ha funcionado”.

Sus números le delatan: 44 partidos, 15 goles y dos asistencias. Pocos para un jugador que costó más de 100 millones. En la primavera, además, llegó también la ruptura con Federico Pastorello, el agente con el que logró dos traspasos récord en 24 meses (por 190 millones de euros), cinco años de contrato con el Inter por 39,5 millones netos más variables, cinco años de contrato con el Chelsea por 60 millones de euros netos más variables, los tres primeros trofeos, los primeros MVP liguero (Serie A 20/21) y UEFA (Europa League 19/20), y la primera nominación al Balón de Oro entre los primeros 25 jugadores (2021) de su carrera.

El agente italiano criticó la gestión del jugador por parte de Tuchel en ‘La Repubblica’ (“es el mejor goleador de la plantilla a pesar de tener un número de minutos mucho más bajo respecto a los compañeros”), y a Lukaku eso no le gustó. El punta respondió de manera tajante en Instagram: “Nadie habla en mi lugar. Estuve callado y me centré en ayudar al equipo para acabar la temporada de la mejor manera. Si alguien habla de mí, no debe hacerlo en mi nombre”. A partir de entonces, fue el abogado Sébastien Ledure el que le representó durante la nueva negociación con el Inter, que ha llegado a un paso de su conclusión en las últimas horas.

Su vuelta, no obstante, no causa demasiada ilusión entre los interistas. Los ultras de la Curva Nord publicaron en sus redes sociales un comunicado avisando al jugador: “No habrá protestas hacia el jugador, pero nadie debe ir a acogerlo con bufandas o banderas de la Curva. Tendrá que ganarse lo que ocurra después con humildad y trabajo. Le tratamos como un Rey, ahora es uno del montón, aunque nunca animaremos en su contra si vestirá nuevamente la camiseta del Inter”. A Lukaku, que para volver a Milán pasó de un sueldo de 15 millones (variables incluidas) a uno de nueve millones netos, le tocará empezar casi de cero. Otra vez.