MAURITANIA

López Garai lleva la Champions africana hasta Mauritania

El técnico vasco ha conseguido clasificar al Nouadhibou para la fase de grupos de la Champions africana por primera vez. “Es un milagro, hemos llegado al límite del límite”, asegura para el Diario AS.

Aritz López Garai (Basauri, 1980) pasó por nueve equipos en su carrera como jugador, siendo Rumanía y Chipre el fútbol más lejano que disfrutó. Ahora, como entrenador, ha cambiado hasta de continente. Dirige al Nouadhibou de Mauritania, el equipo más grande del país que africano que ahora ha logrado clasificar para la fase de grupos de la Champions africana por primera vez en la historia del club tras superar la fase previa. “Hemos conseguido este milagro de clasificarnos yendo al límite del límite”, explica para el Diario AS.

“Todo el mundo quiere que les toquemos, en principio somos la cenicienta”, decía sobre el sorteo que se celebró el pasado viernes, para el que deseaba desplazamientos no muy lejanos. La suerte le deparó todo lo contrario: el Pyramids de Egipto, el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica y el Mazembe de la República Domocrática del Congo (a 4.950 km, 6.800 km y 5.800 km respectivamente). “Por el continente nos movemos en avión, pero si tienes que entrar en el interior de África, a Sudáfrica, a Tanzania o a Angola, los viajes son mucho más complicados, tenemos más percances, retrasos...”.

El fútbol de África siempre deja imágenes surrealistas a ojos de los europeos, tan acostumbrados a una profesionalización muy alta. En Mauritania, es diferente. “Algo que nos pasa mucho es que los jugadores cambian de nombre y de dorsal entre de partido a otro”, confiesa Aritz. “En Libia, el staff del Al Ahli (primera ronda de clasificación) no aceptó bien la derrota y hubo momentos tensos después del partido. Nos sentimos incómodos en los vestuarios. Fue una tangana... pero llevada a su máximo esplendor. No había mucha policía y la cosa se puso fea, pero finalmente todo se quedó en nada”.

López Garai, en una charla con sus jugadores del Nouadhibou.

Aunque otros países sí están más profesionalizados, Mauritania no tanto. Pero del Nuadibú no tiene queja. Todos sus jugadores pueden vivir del fútbol, pero son una de las tres o cuatro excepciones que hay en una liga de 14 equipos. El resto, “va sobreviviendo”. El club es originario de la ciudad de Nouadhibou, la segunda ciudad más poblada del país. Pero el equipo se ha trasladado a Nuakchot, la capital, donde juegan todos los equipos de Mauritania salvo dos de ellos.

Y allí, en las instalaciones de la Federación, intentarán soñar con pasar de ronda. Aunque vivir la Champions africana ya es un éxito. Con un equipo del que afirma que físicamente tienen un nivel espectacular y que incluso técnicamente se pueden comparar con los jugadores europeos. Sin embargo, donde más sufren es a nivel táctico: “A la hora de entender el juego, tomar decisiones, gestionar los espacios... muchos de los jugadores no han tenido una educación normal. Tienen un poco de déficit de atención. Pero a base de repetición y vídeo, aprenden”, relata sobre su metodología. Una que solo ha tardado unos meses en dar sus frutos.

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