Darwin Núñez se autoexpulsa y Luis Díaz rescata un punto para el Liverpool

Dos partidos, dos puntos. Tras una discreta actuación en Craven Cottage la semana pasada, el Liverpool dio un paso al frente el lunes por la noche frente al Palace. Suyo fue el dominio, y suyas fueron las ocasiones. Andaba escaso de acierto el cuadro de Jürgen Klopp, que incluso perdió efectivos. Uno. El hombre en el que estaban todas las miradas puestas. Darwin Núñez marcó en la Community Shield frente al Manchester City, y volvió a hacerlo frente al Fulham. El uruguayo debutaba en casa como titular.

Disputó su primer partido en Anfield, convirtiéndose en el segundo jugador en la historia del club en ser expulsado en su estreno como local en ese estadio. Joe Cole, el primero en hacerlo, vio la roja también un 15 de agosto. Lo que no fue casualidad fue que el uruguayo no terminase el encuentro. Después de una recriminación de Andersen en forma de empujón, Núñez se revolvió. Un leve cabezazo causó su destitución del encuentro.

Ocurrió poco antes de alcanzar la hora de juego, con el Liverpool perdiendo. Sorprendentemente. Alexander-Arnold se hartó de llegar a la línea de fondo y colgar balones al área, y sus compañeros encadenaron varios errores a la hora de rematar. Milner disparó desviado en el primer minuto, al igual que Salah en el 22. Elliott vio como un zaguero bloqueó su disparo entre ambas acciones. Frustrante. Más todavía cuando en el único ataque visitante del primer tiempo, Wilfried Zaha abrió el marcador. El delantero finalizó un contraataque vertiginoso. Despejó Vicente Gua, regateó de Eze y envió el balón al espacio para Zaha. A la espalda de la defensa. Sin piedad.

Cuatro minutos después de la expulsión de Núñez, Luis Díaz asumió responsabilidades en ataque. Se convirtió en el protagonista igualando el encuentro en una acción individual. Condujo desde el vértice izquierdo del área hasta la frontal, dejando rivales atrás, hasta sacar un derechazo cruzado. Imposible para Vicente Guaita. Rugió Anfield. Creyó la parroquia local. Pero quien más cerca estuvo de encontrar el gol de la victoria, ciertamente, fue el cuadro visitante. El plan de Patrick Vieria funcionó. La velocidad de sus atacantes propició que Zaha recibiese un centro en el área, sin marca, pero envió el balón al palo. Debio marcar. El Liverpool acusó la ausencia de Núñez, también en los minutos final. Siguieron las ocasiones, y éstas siguieron siendo desaprovechadas.