Werner y Nkunku marcan a pares

El Leipzig necesitaba un partido plácido para alimentar su confianza y lo encontró a costa del colista. La derrota contra el Real Madrid y, sobre todo, el batacazo frente al Gladbach habían dejado a los Toros Rojos muy tocados antes del parón. El mismo trajo más críticas para Werner, en el foco también por sus prestaciones con la selección. Por eso el delantero internacional respiró a los 7′ cuando abrió el marcador tras una jugada entre Szoboszlai y André Silva. El Bochum mostraba todas sus carencias y, en el 23′, Nkunku ponía el 2-0 al ejecutar un penalti provocado por él mismo.

El francés ha sido noticia esta semana porque se ha desvelado que supuestamente ya ha pasado reconocimiento médico con el Chelsea, a pesar de que ya había renovado hasta 2026. El Leipzig se venía preparando y tiene firmado a Sesko, el nuevo prodigio esloveno, para la próxima temporada. Con Olmo aún convaleciente y ante una debilidad palpable como la del Bochum, Rose apostó por Werner, Silva, Nkunku y Szoboszlai para asfixiar a un rival que se retiraba el descanso casi dando gracias de que el resultado fuera solamente de 2-0.

Werner volvió a Leipzig con la intención de reencontrarse, pero al margen del gol en su debut, su relación con el gol no ha mejorado. El Bochum aparecía como bálsamo. El ariete anotaba por segunda vez en el 53′ recogiendo un rebote del poste y, a partir de ahí, trató de aprovechase de un rival entregado. En el 71′, describió un eslalon entre cinco rivales, pero acabó estrellándose en el mano a mano ante Riemann, fue justo después de que Nkunku desperdiciara un penalti. No lo hizo el francés a pocos minutos del final del choque cuando redondeó la goleada asistido por Schlager. El Leipzig estaba a llamado a ser la principal alternativa del Real Madrid en su grupo de la Champions, pero aparece como último de grupo con dos derrotas en los dos primeros partidos. Rose tiene que recuperar la autoestima de un grupo que acumula meses de bajón.