ITALIA

Las dudas de Mou y la Roma

Ni el entrenador tiene claro si quiere seguir, ni el club sabe si está satisfecho con sus ideas. Queda un año de contrato, pero la separación es posible.

ANNEGRET HILSEREUTERS

Muchos esperaban que, tras la final de Budapest, José Mourinho anunciara su adiós a la Roma, repitiendo lo que hizo con el Inter en 2010. El portugués, sin embargo, en la víspera del encuentro recordó que hay una diferencia respecto a lo ocurrido en la final del Bernabéu. Allí ya tenía un acuerdo con el Madrid y, ahora, no hubo “ni un contacto” con otros clubes tras el intento de Portugal de hace unos meses. Entre eso y el contrato hasta 2024 (que ronda los ocho millones netos), el exmadridista tiene razones para no sentirse todavía fuera, aunque todavía no hay certezas.

Mourinho criticó a la directiva en rueda de prensa: “Estoy listo para quedarme, pero el equipo se merece más y yo merezco más, estoy cansado de seguir así”. The Special One pide esfuerzos en el mercado, pero también más apoyo en sus constantes protestas hacia los árbitros. Algo que, como subrayó ‘La Gazzetta dello Sport’, “está en contraste con las directrices del club”. La Roma no sabe ni si participará en la próxima Europa League o le tocará volver a la Conference, así que será muy complicado prometerle al portugués grandes revoluciones. Y la frase “es mejor no haber llegado a la Champions, porque no somos un equipo de Champions” tampoco ha gustado nada en la capital italiana.

El final todavía no está escrito, pero si los rumores sobre el PSG se convirtieran en una negociación, la separación parece un camino que haría felices a ambas partes, aunque mucho menos a la hinchada romanista, que vive en simbiosis con el entrenador desde el día de su llegada, más allá de unos resultados que empiezan a decepcionar. Tras la victoria en la Conference del curso pasado, la Roma acabará este año sin títulos y marcha sexta, con la Juve al acecho, sumando siete jornadas sin ganar.

Tensión con Taylor

Las protestas de Mourinho en contra de Anthony Taylor no se terminaron durante las entrevistas. El portugués se encaró con el árbitro en el aparcamiento de la Puskas Arena, gritándole “eres una puta desgracia”. El jefe de la comisión arbitral UEFA, el italiano Roberto Rosetti, intentó calmarle sin éxito. “Eres una puta vergüenza”, siguió gritando el entrenador, que después le dijo a Rosetti: “Y tú estabas de acuerdo con ellos”. El colegiado también vivió momentos de tensión en el aeropuerto de Budapest, donde decenas de hinchas romanisti le insultaron, asustando a su hija hasta las lágrimas. Hubo peleas entre las partes y la policía tuvo que intervenir.

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