La última locura de Arabia Saudí: ¡un Mundial a 50 grados!
Al igual que pasó con Qatar, el gobierno saudí baraja dos posibilidades para 2034: llevar el torneo a invierno o celebrarlo en verano... pero refrigerándolo.
El ministro de deportes de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Turki Al Faisal, explicó que la candidatura de su país para albergar el Mundial de 2034 trabaja en dos variantes, al igual que ocurriera con Qatar: celebrarlo en invierno o hacerlo en verano, aunque refrigerado como respuesta a las altas temperaturas de casi 50 grados que se registran en esa época del año.
“No lo sé, para ser honesto. Definitivamente estamos estudiando ambas opciones para ver cuál es la mejor para albergar el Mundial. Ojalá lo averigüemos. Trabajaremos para asegurarnos de que sea el mejor Mundial que jamás se haya celebrado. ¿Por qué no ver cuáles son las posibilidades de hacerlo en verano? No nos importa si es verano o invierno, siempre y cuando nos aseguremos de ofrecer la atmósfera adecuada para albergar un evento de este tipo”, comentó en unas declaraciones recogidas por la BBC.
Arabia es la única candidatura existente para el Mundial de 2034 y por lo tanto se da por hecho que el torneo se celebrará allí. Por rotación continental, la FIFA se aseguró que pudiera ser así, pues en 2030 habrá encuentros en América, Europa y África. Es decir, sólo federaciones asiáticas y oceánicas optaban a la edición de 2034, para la que además sólo se concedió un mes para poder presentarse. El único que lo hizo fue Arabia.
En cuanto se supo del interés, y teniendo en cuenta las altísimas temperaturas del verano, se puso sobre la mesa el problema del calendario, pues lo lógico es trasladarlo al invierno como ocurrió con Qatar. Esto supone un contratiempo para las grandes ligas, que deben pararse en mitad de su transcurso.
La otra opción es utilizar todos los sistemas posibles de refrigeración para que el Mundial sea en verano pero con aire acondicionado en los estadios. La FIFA ya valoró está opción en Qatar, pero terminó optando por alterar el calendario.
El gran inconveniente no está en refrigerar los campos y sus gradas, sino todos los lugares en los que hay actividad durante un torneo así: calles, plazas, campos de entrenamiento, lugares de tránsito... Un inconveniente que Arabia, dice, cree que podría ser subsanable.
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