La Roma despide fulminantemente a Mourinho; De Rossi, su relevo

Inesperado terremoto en la Roma: José Mourinho, a partir de hoy, ya no es el entrenador de los giallorossi. El técnico paga una crisis culminada con la derrota en el derbi copero con la Lazio (solo ganó una vez sobre seis contra sus conciudadanos) y el 3-1 sufrido en San Siro contra el Milan. El equipo italiano, que terminó en el segundo puesto su grupo de Europa League, marcha noveno, y desde hace semanas empezaron a crecer las críticas en torno a la figura del portugués y a los problemas en el desarrollo del juego de su conjunto, cada vez más evidentes.

En sus dos años y medio al mando de los romanisti, el ‘Special One’ logró la histórica Conference de 2022 (primer título de la entidad desde 2008) y la final de Europa League perdida contra el Sevilla en el curso pasado. Le faltó, sin embargo, continuidad en la competición doméstica, que cerró siempre en el sexto puesto. Es el quinto despido consecutivo del portugués: Roma, Tottenham, Manchester United, Chelsea y Real Madrid (aunque se disfrazó de salida pactada, a cambio de una gran indemnización).

La Roma, que en 2021 sorprendió a todos anunciando su incorporación, hizo lo mismo con su adiós, publicando esta mañana una decisión que nadie imaginaba pudiera llegar tan pronto. Dan y Ryan Friedkin le despidieron así: “Le damos las gracias a José por la pasión y el compromiso desde su llegada, guardaremos siempre grandes recuerdos de su gestión. En el interés del club, consideramos que un cambio inmediato sea la mejor solución y le deseamos a José y a sus colaboradores lo mejor para el futuro”.

La Roma en este mes de enero también anunció la marcha del director deportivo Tiago Pinto, que abandonará el club al final del mercado de invierno, y se prepara para una revolución. Su nuevo entrenador será ala leyenda giallorossa Daniele De Rossi, que ya fue oficializado. El exmediocampista empezó su carrera como entrenador en 2021, trabajando en el cuerpo técnico de Mancini con la selección italiana durante el triunfo de la última Eurocopa, y en octubre de 2022 tomó las riendas del SPAL, que le despidió en el mes de febrero siguiente. Los 18 años que vivió en el club, con 616 presencias (solo le supera Totti) fueron obviamente un elemento fundamental: su ‘romanismo’ será clave en un momento tan delicado.

Mourinho, por su parte, acaba de mala manera, como le había ocurrido en sus anteriores aventuras en United y Tottenham, un periplo en el que supo unir la hinchada en torno al equipo como no le pasaba desde hace décadas. El Olímpico, con él, siempre colgó el cartel de ‘todo vendido’, pero la ilusión estaba empezando a disminuir y en la directiva crecía el malestar ante la falta de resultados y juego, la relación complicada con la plantilla (Mou subrayó varias veces los límites de sus jugadores y los problemas en el mercado debido al Juego Limpio Financiero) y también sus actitudes polémicas.

El exmadridista vio desde la grada su último partido como giallorosso, ante el Milan, debido a su séptima expulsión en dos años y medio, más que nadie en la Serie A en el mismo periodo. Sumando las de su banquillo y cuerpo técnico, se llega a un total de 29 rojas: otro récord. Sus agresivas declaraciones en contra del árbitro Taylor tras la final de Europa League del curso pasado (“¡eres una puta vergüenza!”), le costaron además cuatro jornadas de sanción en las competiciones UEFA.

Mourinho ahora reflexionará sobre su futuro. En los meses pasados desveló haber rechazado dos ofertas de Arabia Saudí (“Al Hilal y Al Ahli, me lo pensé pero le había dado mi palabra a los jugadores en Budapest y a los tifosi”), y que su ‘no’ a aquella aventura no era definitivo. Deja en Roma un título internacional, una final europea y jugadores como Dybala y Lukaku que llegaron gracias a sus llamadas, pero también un equipo en apuros que nunca peleó por la zona Champions. Los Friedkin quieren reconstruirlo a partir de hoy.

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