La maldición de los siete gatos que persiguió a Racing 35 años

Racing Club de Avellaneda vive un momento dulce dentro de su increíble historia. Se sitúan en los puestos clasificatorios a la siguiente edición de la Libertadores en la Liga Profesional Argentina. Además, disputarán la final de la Sudamericana contra Cruzeiro. No obstante, hace unos años la situación era muy diferente. Todo a causa de una ‘maldición’.

Las maldiciones, supersticiones y hechizos invaden el día a día del fútbol. En este caso, Racing fue la víctima. Era 1967 y uno de los equipos más importantes de Argentina vivía buenos tiempos. Los Albicelestes se proclamaron campeones de la Copa Libertadores, tras pasar por encima de Nacional (2-1). Al ser considerados como el mejor club del continente, tuvieron el privilegio de disputar la Copa Intercontinental. En el partido decisivo de la Intercontinental, derrotaron al Celtic (1-0). Así, se convirtieron en el primer conjunto argentino en alzarse con este trofeo.

Los aficionados del eterno rival, Independiente, rabiaban por el éxito de sus vecinos de Avellaneda. Su elenco no estaba consiguiendo estar al nivel y estaban siendo años complicados. Cuenta la leyenda que un grupo de hinchas entraron en el Estadio Presidente Perón acompañados de una bruja y siete gatos muertos. Habrían realizado un ritual y enterrado a los animales debajo del campo, invocando 50 años de mala suerte a Racing.

En el máximo rival, hicieron caso omiso al tema hasta que pasó el tiempo y los títulos no llegaban. Ese mismo año perdieron el título de liga en la última jornada, precisamente, tras perder ante Independiente. La caída libre en los años próximos fue bestial. No estuvieron ni cerca de añadir trofeos a sus vitrinas. La gota que colmó el vaso fue en 1983, cuando descendieron a la segunda categoría, después de perder en la última jornada, de nuevo, contra Independiente.

La paciencia se terminó y aquella maldición se convirtió en prioridad. Se levantó el césped del estadio. Se dice que tan solo se encontraron seis gatos y que un hechicero recomendó enterrar sapos para contrarrestar la maldición. No sucedió. La racha fue incluso a peor. En 1998, se tomó la decisión de llevar a cabo un exorcismo en el estadio para que esa dichosa maldición desapareciese. Y dieron con la clave. En 2001, Racing volvió a levantar el título liguero 35 años después. Desde ese instante, la Academia se alzó con cinco títulos (dos Trofeos de Campeones de Argentina, dos títulos ligueros y una Supercopa Internacional).

El próximo 23 de noviembre tienen la oportunidad de levantar un título sudamericano 36 años después -ganaron la Copa Libertadores en 1967 y la Supercopa de 1998-. El conjunto dirigido por Gustavo Costas luchará por cerrar un círculo maldito que acompaño al histórico club durante más de tres décadas.

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