Jorge Bava: “Pelearemos por todo”

Santa Fe tiene un nuevo ídolo. En poco más de tres meses, Jorge Bava (Montevideo, Uruguay; 2001) ha cambiado la cara de Independiente Santa Fe. De ni estar entre los favoritos al Apertura a ganarlo. Todo ello gracias a una máxima: el trabajo no se negocia. Con contrato hasta el próximo mes de diciembre, el charrúa no se releja, ya piensa en su próximo gran título con los Cardenales.

-No han tenido prácticamente descanso desde que celebraron el Apertura a hoy. ¿Cómo están los ánimos?

Un poco cansado porque, después de ganar el Apertura, el campeonato no paró. Tenemos una agenda bastante ajustada de aquí a al Clásico contra Millonarios. Estamos tratando de dosificar los minutos de los jugadores para minimizar riesgos.

-Pasó del retiro a los banquillos en poco tiempo. Se retiró directamente para ser entrenador de Liverpool. ¿Cuáles fueron las razones para dar ese salto tan repentinamente? ¿Ya lo tenía en la cabeza desde antes?

Literalmente, fue de ser titular en la sexta jornada a dirigir a Liverpool en la siguiente. Ya me venía preparando hacía tiempo, de hecho Liverpool me ofreció esa oportunidad antes de volver de Paraguay, el último país donde jugué a nivel profesional. Fue un año bastante complicado; era el año de la pandemia y quería volver a Uruguay para darme el gusto de seguir jugando un poco más. Para ese año, 2021, mi idea era retirarme en diciembre, al acabar la temporada. Los buenos resultados que el equipo encadenó hizo que Marcelo Mendes tuviera una oportunidad de México, dejó el equipo y me lo volvieron a proponer. Me pidieron que lo pensara porque iba a ser la primera opción en caso de que quisiera. Lo vi con buenos ojos porque tenía un conocimiento pleno del equipo y de mis compañeros. Me tiré al agua, pero no sufrí ese cambio porque inconscientemente lo venía preparando hace tiempo. No echo de menos jugar, la verdad. Estoy contento de haber tomado esa decisión.

-¿No tuvo problema a la hora de cambiar la mentalidad del Jorge Bava jugador tal Jorge entrenador?

No tuve una brecha, en ese sentido. Quizás por el cambio generacional que se venía dando. Si bien era compañero de la gran mayoría de jugadores, estaba jugando con veinteañeros, casi. En los últimos años sí que sentía esa brecha generacional. Tenía muy buena relación con ellos, pero obviamente se sentía. Quizás eso también ayudó a que sea recíproco, que si bien había sido su compañero, pues sí que había cierta distancia.

“Hoy le damos valor que merece a lo que cosechamos en Liverpool”

Jorge Bava

-Hizo debutar y asentarse a jugadores como Luciano Rodríguez, Fabricio Díaz o Alan Medina; alguno de ellos incluso fueron campeones en el Mundial Sub-20. Hacía mucho tiempo que ningún club apostaba tanto por la Academia. ¿Qué le lleva a tomar esa decisión?

Debido a la necesidad y los propios objetivos del club uno se pone metas. Liverpool se caracteriza no solo por competir, también por dar lugar a los jóvenes, tenerles paciencia para que se desenvuelvan en Primera, crezcan como atletas y el club obviamente tenga un capital más. El equipo compitió, ganó todo, pero también formó muchísimo. Fueron dos años redondos con cinco títulos y dos finales perdidas. Hoy le damos el valor que merece.

-Hablando con algunos de esos jugadores, muchos guardan un gran recuerdo de usted. ¿Con qué se queda de toda esa época?

Reconforta mucho. Por suerte, pudimos abarcar todo: de ganar medallas a verles triunfar. Para mí es un honor. Reconforta el hecho de prender la tele y verles triunfando en sus equipos. Tenemos varios en Argentina: Martirena y Martín Barrios, en Racing, los dos campeones de la Sudamericana; Pérez, en Lanús; Federico Pereira, en Toluca, uno de los mejores de ese año; o Luciano Rodríguez, un caso especial, no era de la casa, pero lo captamos muy joven. Reconforta mucho verles triunfar mucho más allá de los títulos. Con Fabricio tenemos una relación buena, está esa brecha generacional porque le doblaba en edad, pero siempre intentaba guiarle. Tenía solo 20 años y ya contaba con más de 120 partidos en Primera. Un crack.

-En Liverpool tienen un gran recuerdo de usted. Dos temporadas, seis títulos e ingresos fantásticos por promocionar la cantera. ¿Qué le hizo decantarse por el cambio de ciclo?

En el lapso ente 2022 y 2023 tuvimos realmente oportunidades de salir al exterior, pero preferimos consolidar el proyecto. El primer semestre fue regular en resultados, pero competimos. Pasamos a ganar el Apertura, fuimos a la Libertadores, perdimos el campeonato ante un gran Nacional de Luis Suárez, pero es que tuvimos mucho crecimiento, especialmente de los jóvenes. Decidimos quedarnos, volvimos a competir. Tuvimos en ese periodo varias oportunidades para salir, quisimos concretarlas porque llegamos a un momento en el que decíamos: “Logramos todo lo que había que lograr. Es un paso que tenemos que dar”. Encima me iba a llegar en un momento de madurez, con experiencia. Era el momento oportuno para dar el salto al exterior.

-Da el salto a México, de la mano de León. Allí no le va tan bien como se auguraba. ¿Qué cree que pudo salir mal? (Haber asumido con la temporada empezada, una plantilla que no era la suya…)

Todo es un aprendizaje, una experiencia más. Me nutrí muchísimo. Si bien los resultados no fueron los que queríamos, o los que nos hubieran gustado, el equipo se mantuvo en la media que venía jugando los últimos torneos. Nos llevaron a un proyecto de dos años. Al Grupo Pachuca le sedujo lo que habíamos hecho en Liverpool, pero en el primer semestre de reestructuración había un plantel muy longevo, para mi gusto y por mi forma de jugar y para lo que me fueron a jugar. El primer semestre había que culminarlo con el plantel que había. Se compitió, no de la forma que hubiésemos querido, pero en la media que el club venía. En el segundo semestre se dieron esos cambios, salieron jugadores de mucho peso. La afición exigía y no lo tomó de la mejor forma. Costó armar la plantilla, pero no se dieron los resultados que esperábamos. Cosas del fútbol. Viendo ahora cómo está León, nos pone contentos que los cambios que hicimos ahora estén funcionando. Nosotros no pudimos sacarle provecho, pero nos reconforta que hoy jueguen de esa manera.

“Me quedo con la espina de México”

Jorge Bava

-¿Se queda con esa espina de no haber podido triunfar en México?

Sí, sin duda. Es una liga muy competitiva, con un alto nivel adquisitivo; te diría que ocho o nueve estaban por encima de nosotros. Las expectativas nos jugaron una mala pasada. Las comparaciones son odiosas, pero no se dejaban de hacer. Tras llegar de Liverpool, que ganó a clubes como Peñarol o Nacional con un presupuesto extremadamente inferior, la gente esperaba lo mismo. En el fútbol 2+2 no son 4. Hay que proyectarse a futuro, trabajar para que se den los resultados. No seré el primero ni el último al que le juzguen por esa vara.

-En marzo asume la dirección técnica de Santa Fe. Menos de tres meses después se alza con el Apertura. Es el técnico más precoz en ganar un título en la historia de la institución. Vaya inicio, ¿no cree?

Sí, además, mucho me sirvió la experiencia de México. No me arrepiento de lo que hice porque, si me contratan para un proyecto de dos años, pues uno se visualiza para esa fecha. Si bien la plantilla no encaja del todo con el modelo que quería plasmar, traté de sacarle provecho a las características que tenía en poco tiempo. Quise apartarme de mi modelo tradicional, adaptarme. Creo que la forma en la que disputamos el campeonato hizo que quemáramos etapas más rápido. Varios equipos nos sacaban ventaja, pero no nos preocupaba. Buscaba que el equipo fuese solvente y llegara fuerte a los cuadrangulares. El que llega en forma a esas instancias tiene ventaja sobre el resto, al menos históricamente.

-Ha cambiado la idiosincrasia del equipo, destaca por su contundencia defensiva ahora. ¿Qué cambios ha notado desde su llegada hasta hoy?

Le vi mucha mejora en muchas líneas. Los chicos son recíprocos, absorben muy rápido lo que les planteamos. Tratamos de identificar las carencias que teníamos para ir a por todos los partidos. Teníamos mucho desorden a la hora de defender, especialmente a la contra, por el afán que tenían de atacar. Tratamos de ordenar el equipo de atrás hacia adelante. No queríamos perder ese enfoque de competir, pero teniendo en cuenta la faceta defensiva. Encontré un equipo muy combativo que no necesariamente necesitaba el balón y eso nos llevó a ganar el Apertura. Estamos en plan de mejora, dimos vuelta a la página para seguir compitiendo y no relajarnos. Vamos de a poco insertando el modelo sin que el equipo lo sienta y se altere el día a día.

-El arranque en el Clausura no ha sido el esperado, apenas una victoria en tres partidos, pero con la certeza de poder revertir la situación. ¿Qué espera de este segundo semestre?

Mi temor en estos primeros cuatro partidos eran las lesiones. La liga no para y los más perjudicados fuimos los finalistas porque no tuvimos ni tiempo de descanso ni de preparación. Al lograr un reto como el que tuvimos, cedimos y le dimos a los jugadores unas merecidas vacaciones. Prácticamente tuvimos tres entrenamientos para el primer partido, contra Pereira. Se sacó, pudimos haberlo ganado, pero no nos dieron las piernas. Nos quedamos con la espina de no haber sacado los tres puntos en casa para el segundo partido. El empate contra Atletico Nacional, un rival directo y encima en su casa, nos posiciona bien para lo que preveíamos. Teníamos mucho riesgo de lesión, por suerte no hubieron porque dosificamos los minutos del equipo.

“Mi temor en el Clausura eran las lesiones...”

Jorge Bava

-El equipo tiene alguna de las promesas que más despuntan en la Primera A, como Jhojan Torres o Tomás Molina. ¿Alguno puede llegar al nivel de lo que vimos en Uruguay?

Una de las razones por las que me contratan era ese, además de competir, lo hemos hecho, se cristalizó con el Apertura; era trabajar con los juveniles. A Jhojan y a Tomás no les cuento como juveniles, son más una realidad. Estamos trabajando con Marlon Balanta, Martín Palacios, Luis Rentería, Jhon Rentería o Carlos Nemecón, un arquero de 16 años que ya es internacional. Estamos trabajando en paralelo con ellos, no solo han entrenado con nosotros, sino que también han debutado con nosotros. Estamos conformes con el presente del equipo porque cumplimos varios objetivos y encima muchos jóvenes están disputando minutos.

-Ha pasado casi una década (2016) desde que un equipo colombiano ganara la Libertadores (Atlético Nacional). ¿Cree que hay esperanza para soñar? ¿Se puede competir contra el poderío brasileño?

Uno ve cómo se refuerzan los equipos argentinos y brasileños y cada vez se hace más lejano. Hay países como Colombia, Paraguay en su momento, Ecuador o Uruguay que se han convertido en netamente exportadores de cracks sin siquiera poder disfrutarlo en su máximo esplendor. Los equipos deben aferrarse más a lo que son los proyectos, como hizo Atlético Nacional con Osorio, primero, y Reinaldo Rueda, después. A excepción de Argentina, con River Plate como el mejor por plantilla, el resto lo tiene difícil para competirle a los brasileños. Tienen que trabajar en las estructuras a largo plazo porque al exportar cracks no logran disfrutar de los jugadores. El mercado aprieta y antes de estar en su mejor nivel son transferidos.

-¿Qué le pasa a Colombia? Pasó de finalista en la Copa América a naufragar en las Eliminatorias.

Tiene una gran plantilla, el técnico es muy bueno y han competido a gran nivel. Su Copa América me pareció buenísima, entró bien en las Eliminatorias para después entrar en un bache que no se lo adjudico a la selección, sino al rodaje de la propia CONMEBOL. Le pasó también a Uruguay, que arrancó muy bien con victorias a Argentina y Brasil, además de una muy buena Copa América hasta las semis con Colombia. Paraguay, por ejemplo, empezó muy mal y hoy en día, gracias a la labor de Gustavo Alfaro, es una de las revelaciones. Tengo la certeza que Colombia acabará en el Mundial.

-¿Quién sería el tapado?

Uruguay, si logra el nivel que se vio al principio de las Eliminatorias y el de la Copa América, será una de las sorpresas. Vamos a hacer más esta vez, seguro. Hasta Colombia puede competir. Argentina es la vigente campeona, tiene una base sólida a la que llegan nuevos jugadores. Brasil, por más que los números no lo marquen, es Brasil y encima tienen un plus a lo que es Carlo Ancelotti. Es un ganador nato y un gran gestor de grupo. Brasil va a volver a tener peso, sin duda. Paraguay, gracias a Alfaro, volvió a las raíces del fútbol guaraní. Se asemeja muchísimo a lo que fue en el Mundial de 2010, que quedaron eliminados por España, luego campeona del mundo.

“Ancelotti es un ganador nato. Basil es Brasil”

Jorge Bava

-Nunca ha ocultado su deseo por volver a Uruguay, a Nacional. ¿Cree que ese deseo se podrá cumplir pronto?

Le doy tiempo al tiempo. No fuerzo las cosas. No tengo dudas de que el momento llegará. Pegaron muchas ocasiones en el palo porque, sí, es verdad que me vinieron a buscar muchas veces, pero por una situación u otra, siendo unánime la decisión de uno y otro lado, no se pudo dar. Yo quería, el club quería… lamentablemente por una cosa u otra no se dio. No lo tomo con desesperación, al contrario, cuanto más tiempo pase más preparado estaré para cumplir ese reto. No lo tomo como una decepción, sino como un reto porque no será un trabajo más.

-¿Cómo ve Jorge Bava su futuro tras acabar la temporada? ¿Quizás le veamos en Brasil, Argentina o incluso Europa?

Hasta diciembre, trataremos de hacer algo muy difícil: volver a ganar. Ganar es difícil, pero repetir título lo es todavía más. Estamos seguros de que repetiremos el título de liga y pelearemos por la Copa de Colombia. Pelearemos por todo. Estamos centrados en eso.

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