Italia ‘pasa’ de su gran esperanza

Allá por el mes de marzo Italia se volvió a sumir en la depresión absoluta. Otro Mundial y otra ausencia. Macedonia les había dejado fuera de la final del playoff por un billete para Qatar. Otro cataclismo que dio lugar a un sinfín de análisis más o menos profundos sobre la salud del fútbol italiano, que meses antes había sacado pecho por el éxito en la Eurocopa. Flor de un día. Las miradas iban, principalmente, a las dificultades que había para ir incorporando talento joven de nivel a los senatori, los veteranos que ya estaban de vuelta. Mancini se topaba de golpe con un tremendismo brutal después de haber sido paseado a hombros meses antes. No se apostaba por el talento ni por la juventud en Italia y la selección necesitaba de ambos urgentemente.

Y llegó junio y con él una nueva esperanza. Italia se agarró a cualquier brote verde y uno de ellos fue la aparición de un casi desconocido Wilfried Gnonto, un atacante de 18 años que Mancini había llamado y que se ganaba la vida en el Zúrich suizo. Osadía o desesperación. Pero le salió bien. Ngonto brilló e incluso marcó en sus primeras apariciones y, de nuevo, la tremendista Italia se preguntaba cómo era posible. Un chico criado en la cantera del Inter al que la Nazionale había tenido que reclutar de una liga menor como suiza. A partir de ahí unas semanas en las que Gnonto era portada, se decidía qué grande lo iba a fichar y qué continuidad iba a tener su carrera.

Pero la gaseosa fue perdiendo fuerza y Ngonto dejó de aparecer en las quinielas. Y eso que las cualidades lo hacían adaptable a diferentes posiciones. Rápido, con instinto, agresivo en los últimos metros y valiente. Cuatro partidos con la selección, un gol y una asistencia, contra equipos como Alemania e Inglaterra. ¿Había un examen mejor? Lo habría, porque pasadas las semanas Italia ahora se pregunta por qué nadie en la Serie A ha apostado por el joven en plena crisis. Se subraya como una Juve casi por obligación financiera ha apostado por Miretti, pero con estupor se advierte cómo Gnonto ha acabado firmando por el Leeds por 4,5 millones. Una cantidad asequible para casi todos los equipos de la parte media alta de la tabla por un internacional italiano con mucho futuro. A la hora de la verdad, parece que los clubes no se creyeron la irrupción que venía de Suiza. “Cuatro millones y medio, repetimos: dinero que hoy se paga por un buen prospecto de la Serie B, o que se invierte en nombres más o menos exóticos de ligas de segunda o tercera fila”, se queja la Gazzetta dello Sport.