Imanol, tocado y hundido

Dura derrota de Al Shabab, que deja a Imanol al borde de la indemnización. Un solitario tanto de Marcos Leonardo dejan al León al borde del descenso. Ni la expulsión de Kalidou Koulibaly supuso un golpe significativo. Sin estilo ni identidad, el de Orio se queda sin crédito en Arabia. Una aventura, la suya, que podría acabar antes de lo esperado.

Sobre todo porque necesitaban un golpe de efecto. Salir de los puestos de la cola era más que una necesidad, un deber. Al Shabab creyó tener un plan, que cayó en saco roto tras el pitido inicial. Rúben Neves no tardó en avisar a Imanol con un disparo seco que se fue rozando la portería de Grohe. Desde entonces, el oriotarra no se volvió a sentar en el banquillo Kingdom Arena de Riad. Sabía que se la jugaba. Cuestionado como nunca antes, una victoria le hubiera mantenido en el puesto una jornada más. “Partido a partido”, o eso pensaría porque al final el resultado le salió rana.

Tardó, pero el huracán de Al Hilal más pronto que tarde se convirtió en uno de categoría 5 a la media hora de partido. Rúben Neves el viento y Marcos Leonardo el vendaval, el Neymar que Neymar nunca fue. Con una asistencia de ruleta de Al Harbi, el brasileño batió a un Imanol ya desesperado en la banda. Sobre todo porque Al Shabab no supo plantarle cara a uno de los ‘cocos’ de Arabia. Lo intentó, tímidamente, a la contra y con líneas adelantadas, pero Al Hilal no solo demostró atacar, también defender.

En el segundo tiempo el destino le echó un capote a Imanol. A 10’ del final la expulsión de Koulibaly por roja directa pareció darle un respiro a Al Shabab, pero con uno menos Al Hilal se creció. Jugó mejor en desventaja que en igualdad de condiciones. Carrasco lideró el ataque sin éxito, todo gracias a un descomunal Bono. El portero fue ese muro infranqueable que tanto desesperó al oriotarra en la banda. Al Shabab lo intentó por activa y por pasiva, pero ahí estaba el ex del Sevilla para desesperarles.

Imanol no se creyó el papelón de los suyos. Las ocasiones estaban, el gol nunca llegó. Perdieron, tanto por fútbol como por identidad, todo lo contrario a los de Inzaghi. Decimoterceros, apenas dos puntos le separan ahora del descenso. Un papelón para un técnico que llegó como el arquitecto de un ‘Matagigantes’, pero se queda como ‘Pulgarcito’. Imanol, tocado y hundido en Arabia.

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