Ibra lo cuenta todo: desde Raiola a los ‘zascas’ a Balotelli y Lukaku
El sueco repasó su carrera y la actualidad deportiva durante el ‘Festival dello Sport’ organizado por ‘La Gazzetta dello Sport’: “Mario tiró todas las oportunidades que tuvo”.
Zlatan Ibrahimovic fue la gran estrella del acto final del ‘Festival dello Sport’, organizado por ‘La Gazzetta dello Sport’ en Trento. El punta repasó toda su carrera, hablando también de la actualidad deportiva.
Ajax: “Al principio era difícil. Todo el mundo esperaba que hiciera lo mismo que Van Basten, pero no estaba listo. Tenía mucha presión encima. En el segundo año funcioné mejor, y en el tercero ‘bauticé’ a todos…”.
Raiola: “Mi carrera empezó con él. Cuando le conocí, fui arrogante y él también. El primer encuentro fue en un restaurante japonés. Llegué bien vestido, obviamente no tan bien como hoy, tenía otro presupuesto. Mino ordenó sushi para ocho personas, decía que él se encargaría. Sacó unas hojas con las estadísticas de presencias y goles de Vieri, Inzaghi, y más delanteros. Yo llevaba 20 partidos y cinco goles, y me dijo ‘¿dónde te llevo así?. Le respondí: si tenía otro promedio, también mi madre podría venderme. Me preguntó ‘¿quieres ser el más rico o el más fuerte?’. Mi ego me hizo responder ‘más fuerte’. Y él dijo ‘bien, así serás más rico’. Después de tres meses me trajo a la Juve… Fue todo. Un amigo, consejero, familiar. Crecimos y nos hicimos fuertes juntos. Sus últimos meses fueron muy duros. Intentaba no hablar de su enfermedad, darle fuerza, y él siempre pensaba en los demás. Hasta sus últimos días, solo hablaba de sus jugadores. Me dijo ‘haz lo que te haga feliz’. Ha sido fuerte. Era muy fuerte”.
Juventus y Capello: “Me decía que me habría arreglado quitando todo el Ajax que tenía dentro. Me quería más concreto, más directo. Cada día trabajaba delante de la portería. Intentaba esconderme detrás de Cannavaro y Thuram, pero no había manera. Decía que tenía mejor técnica que Van Basten, pero que él se movía mejor, que debía estudiar sus movimientos”.
Trezeguet: “Era muy listo. Me decía ‘Ibra, haz lo que quieras con el balón. Yo te espero ahí arriba’. Quería demostrar mi valor, y él marcaba todos los goles. Tras un poco de tiempo, entendí la mentalidad italiana: el delantero debe meter tantos. Así que le dije a Trezeguet: ahora esperaré yo también ahí arriba”.
Calciopoli: “La Juve tiene 38 scudetti, no 36. Luchamos cada día en el campo y demostramos en el campo que éramos los mejores de Italia. Y así ganamos. Raiola, tras el escándalo, hablaba con Milan, que estaba más cerca, e Inter. Al final los azzurri se adelantaron”.
Balotelli: “Cuando un chiquillo puede transformar su futuro gracias a su talento… Él tuvo tantas ocasiones para hacerlo, y no utilizó ni una. Hay muchos, fuera, que quisieran tener al menos una y no lo conseguirán. Él las perdió todas. ¿Leao? No son ni comparables… El portugués en el campo, Mario en la grada”.
Inter: “Me sentía más completo, sabía que estaba creciendo. Ayudaba al equipo de la mejor manera. Mancini me daba confianza y responsabilidad. Luego llegó Mourinho, que era totalmente distinto. Los nerazzurri, antes que yo, llevaban 17 años sin ganar un scudetto. Nosotros ganamos tres consecutivos”.
Barcelona: “Ganamos cinco trofeos en un año. Era un sueño jugar allí: en aquella época, todos hablaban de los azulgrana. Tenía muchas ganas, había hecho todo lo que podía en el Inter y quería seguir creciendo, sentir otros desafíos. Los primeros seis meses fueron buenísimos, luego cambió el ambiente. Pero como digo siempre: de algo negativo, sale algo positivo. Pasé momentos duros y me hice más fuerte. Es algo fundamental para crecer”.
Semifinal de Champions: “No recuerdo que le dijo Mourinho a Guardiola mientras hablaba conmigo. En la ida, en San Siro, perdimos 3-1, pero con el VAR habría sido distinto. En la vuelta el Inter se quedó con diez en el Camp Nou y, quizás, fue una ventaja, porque pudieron defenderse todavía más. El fútbol es así: todos pensaban que íbamos a ganar fácilmente, y perdimos. Fue mi ocasión más grande para ganar la Champions”.
Milan: “El entrenador del Barça quería venderme a toda costa, el presidente no lo tenía claro. Luego hubo el Gamper entre rossoneri y azulgrana, en los vestuarios todos los milanisti me decían ‘tú vuelves con nosotros’. Nesta, Pirlo, Ronaldinho… El brasileño vino al del Barça, me cogió la mano y dijo ‘venga, vámonos a casa’. Galliani vino a mi casa, mi mujer no sabía quién era y me lo preguntó. Le dije ‘es el jefe del Milan y me quiere’. La respuesta de Helena fue: ‘¿A quién estamos esperando?’.Luego fuimos a cenar, Galliani sacó la tarjeta del Milan y no funcionó. Tras ficharme, se les había terminado el dinero (risas)”.
Berlusconi: “Teníamos una gran relación. Cuando entraba en una habitación, notabas una energía distinta, tenía un carisma especial. Era ‘míster Milan’: cambió la historia del club y del fútbol. Me devolvió la felicidad tras haberla perdido en Barcelona. Hablábamos a menudo, me decía cómo jugar, cómo moverme… Era un estímulo”.
PSG: “No fue fácil. No quería marcharme del Milan, pero cuando empieza a sonarte el móvil una, dos, tres veces, entiendes que algo no va. Le pedí a Galliani prometer que no me iba a vender. Me dijo ‘sí, sí, no te preocupes’. Me fui de vacaciones y tres semanas después me llama Mino: diez llamadas perdidas en 30 minutos. Cogí el móvil y dije que no me iba a ningún lado antes de decir hola. Él contestó: ‘Ya está todo hecho: PSG’. Antes de ir a un club, te imaginas con su camiseta, en su estadio, marcando goles. Le dije a Leonardo que no podía ir a jugar en campos de 2.000 personas, pero me explicaron el proyecto y la idea. Puse en mi contrato unas condiciones que consideraba imposibles, y tardaron 20 minutos en aceptar. Mino me dijo: ‘¿quieres también una bicicleta en el contrato?’. Contesté ‘sí, sí… Ponla”.
Manchester United: “Me llamó Mourinho y el club era uno de los mejores del mundo, pero todos los jugadores a los que preguntaba me decían ‘no vayas, si allí lo haces mal pondrán en duda toda tu carrera’. Fue justo eso lo que me convenció: prefiero caminar sobre el fuego, que sobre el agua. Llegué con 35 años, decían que no tenía ritmo, muchos me odiaban y decían que nunca marcaba goles contra los ingleses. Tres meses después, eran todos mis fans”.
Chilena contra Inglaterra: “Primero debes pensarlo, luego lo haces. Me dije a mi mismo: ‘Veo el portero que está saliendo, lo voy a intentar’. Ahí o eres un genio, o no lo eres. Con un error, me habrían dicho de todo”.
MLS: “Ahora que ha ido Messi, pueden volver a mirar el fútbol. Desde que me fui, miraban béisbol”.
Regreso al Milan: “Fue el scudetto que me dio más satisfacción. El equipo no estaba entre los favoritos, no tenía a superestrellas, no estaba acostumbrado a vivir esta situación. Pensamos partido a partido, y el que estaba listo mentalmente se sacrificaba y se quedó. Los demás, se fueron. Se ha formado un grupo con un ambiente que nunca había vivido en mi carrera. Era demasiado unido. No eran cracks, bueno solo yo, y cada uno de ellos dio todo lo que tenía para crecer y hacer crecer a sus compañeros. Decían que teníamos suerte, pero al final nos llevamos el título. Después del último partido, me fui a duchar y empecé a ver compañeros llorando, y ahí me di cuenta de lo que habíamos hecho. Cuando regresé, dije en mi presentación que conmigo el Milan volvería a ganar. Lo había conseguido”.
Tonali: “Vino desde el Brescia, soñaba con eso y lo vivió demasiado como un hincha. Le dije ‘ya vale, o das un paso o te quedas siendo tifoso, que aquí no sirve. Aquí hacemos felices a los tifosi’. Poco a poco, desbloqueó su potencial. Con todo mi respeto, hay una diferencia enorme entre jugar con el Brescia y con el Milan. Hay otra presión, otra mentalidad, otros objetivos”.
Apuestas: “Sé muy poco de esta historia. Nunca habló conmigo de eso, nunca lo vi mal. Luego, si está enfermo con el juego, hay que ayudarle: es como una droga. Hay que ver si se fue al casino a jugar, yo también lo hice alguna vez, puede gustar o no. Cada uno hace lo que quiere con su dinero. Si apostó sobre fútbol siendo futbolista profesional, es otra historia. Hay que conocer los hechos”.
Zlatan o Leao: “Zlatan, pero Zlatan creó a Leao…”.
Maldini: “Tengo una buena relación con él. Siempre estaba presente, en cada entrenamiento. Comunicaba con el entrenador, con los jugadores, y trabajó en un mercado complicado, con un presupuesto limitado. Creció mucho y siento lo que ha pasado, es una bandera del club como toda su familia, pero el fútbol es así”.
Lukaku: “Siento mucho no haber tenido un último desafío en el campo con él. Lo conozco bien desde Manchester, jugamos un año juntos. No era el tipo de persona que vimos en el campo cuando hubo esa pelea. No me lo esperaba, pero Italia te hace convertir en algo que no eres. Es culpa vuestra, los periodistas… Igual se sintió el rey de Milán, el rey del campeonato. Él nunca fue un chico malo, era raro, y en aquella discusión fui a defender a mis compañeros. Dije ‘a ver qué pasa si jugamos otro partido’. No era algo personal, pero me sorprendió, no era su estilo. Lo que hice yo, en cambio, era muy del mío”.
Futuro: “Ahora tengo mi libertad, hago cosas para mí mismo, no tengo un jefe que me diga qué hacer. Me estoy tomando mi tiempo para entender. Estoy recibiendo más ofertas ahora respecto a cuando jugaba. Quiero ser yo mismo, llegar a un sitio donde empezar desde cero y ayudar, no ser simplemente un símbolo de mi pasado. Tuve algún encuentro con el Milan… Veremos”.
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