Huracán Liverpool

Aún no ha perdido Slot fuera de casa desde que llegase a Inglaterra en verano. El holandés ha visto como los suyos tropezaban únicamente en una ocasión, en casa frente al Forest. El único partido que el Liverpool ha perdido esta temporada. El domingo fue un huracán en Londres. Arrolló al Tottenham, y aprovechó el empate previo del Chelsea para ponerse cuatro puntos por encima de los de Maresca, habiendo disputado una jornada menos.

Con poco más de media hora, el Liverpool tuvo suficiente. Salió dominante y generando dudas a un Tottenham que empezó el partido tal y como terminó el duelo ante el United el jueves. Forster también. El guardameta inglés entregó la pelota directamente a Salah dentro del área a los tres minutos. Por suerte para los locales, la media volea del egipcio terminó en el lateral de la red. Por fuera. Se rehízo Forster, bloqueando un nuevo intento de Salah a los diez minutos. El travesaño evitó que el primer gol de la tarde llegase en el minuto 18. Salah volvió a ser el protagonista. Llamaba a la puerta el Liverpool. Hizo preguntas y encontró respuestas con dos tantos en doce minutos.

En el 23′, Alexander-Arnold centró con efecto, un globo con el que Díaz conectó lanzándose en plancha. En una acción similar, Robertson picó la pelota al área, donde Szoboszlai saltó para cabecearla. El balón quedó en el aire, y Mac Allister estuvo despierto para mandarlo a la red con un cabezazo desde cerca. Luego se durmió el argentino. Perdió la pelota en la frontal de su propia área, permitiendo que Maddison tratase de meter al Tottenham nuevamente en el partido. Marcó con un tiro ajustado y con efecto, pero la ilusión se esfumó en el añadido. Cuando Salah arrancó con espacio, con tres compañeros a su alrededor y apenas dos defensas frente a él. Szoboszlai recibió en el área y restauró la ventaja de dos goles. Tranquilamente.

Con ese pase, Salah se convirtió en el primer jugador en la historia de la Premier League en alcanzar un mínimo de diez goles y diez asistencias antes de Navidad. Tras la reanudación, el egipcio se erigió como máximo goleador de la liga. Superó a Haaland aprovechando un balón suelto en el área del Tottenham para hacer el 1-4. Con el 1-5 puso tierra de por medio en su pugna particular con el delantero noruego. Szoboszlai le ofreció la pelota y Salah solo tuvo que empujarla a la red.

Un arrebato de orgullo hizo que el Tottenham se estirase en el tramo final. Tarde como para incomodar demasiado la ventaja visitante, pero puntual para endulzar ligeramente el amargo sabor de boca que se le había quedado a Postecoglou después de la primera hora de juego. Kulusevski hizo el 2-5 con una linda volea en el área, y Solanke hizo que el milagro antes de Navidad pudiese tomar forma. Marcó a su exequipo reaccionando rápido en un balón suelto. El Liverpool aceptó el pulso, entró al trapo y marcó el sexto gol. Divirtiéndose, jugando. Lo firmó Díaz en el minuto 85.

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