Humillación histórica a la Juve

Ha durado muy poco el deseo de la Juventus de sumarse a la pelea por el Scudetto, que está siendo espectacular. El Atalanta, que sí es candidato y cada vez más, llegó a Turín y borró con una humillación histórica a la Vecchia Signora de la lucha: un 0-4 que deja a los de Thiago Motta a nueve puntos del liderato y mantiene a la Dea a -3, con dos puntos menos que el Nápoles y a falta de una jornada para el enfrentamiento directo con el Inter. Desde 1967, en un derbi contra el Torino, la Vecchia Signora no perdía en casa con cuatro goles de desventaja. Un desastre que causará mucha polémica.

Sin otros compromisos, el conjunto de Bérgamo parece imparable. Juega con su intensidad habitual y sus recursos duran todavía más durante el partido. Los de Thiago Motta, que optó por renunciar a Koopmeiners y salió de inicio con Yildiz y Nico González acompañando a Kolo Muani, estuvieron vivos en el encuentro durante los primeros 20 minutos. Luego, el Atalanta impuso su monólogo y solo Di Gregorio impidió que el partido estuviera sentenciado ya antes del descanso.

La Dea abrió la lata en el 30′ con Retegui, que materializó un penalti pitado por una mano de McKennie, y rozó el 0-2 dos veces, primero con Lookman, que remató al poste, y luego con Zappacosta, que se topó con Di Gregorio. Los pitos del Allianz Stadium acompañaron a los jugadores a los vestuarios, pero lo peor todavía no había llegado para la Juve.

Nada más regresar al verde, los de Gasperini anotaron el merecido 0-2 con De Roon, que remató tras otra parada de Di Gregorio ante Lookman y un disparo de Retegui rechazado por Gatti. Thiago Motta buscó cambiar el guion con los revulsivos (entraron Kalulu, Alberto Costa y Mbangula), pero no hubo reacción y la fiesta de la Dea continuó.

En el 66′, Kolasinac liberó con una gran llegada y un taconazo a Zappacosta, que finalizó magistralmente la jugada del 0-3. Y Lookman, mientras el estadio se vaciaba, aprovechó un error de Vlahovic, que acababa de sustituir a Kolo Muani, llegó al área con una gran carrera y anotó el cuarto con un remate desviado en el 77′. Rozar el gol del honor en el tramo final cambió poco o nada la imagen de una Juve desastrosa, que deja todavía más dudas sobre el futuro de Thiago Motta. Mientras, el Atalanta puede seguir soñando con lo que nunca tuvo, ni cerca, en su historia: el Scudetto.