Hugo Bueno, a AS: “Me empezaron a dar collejas y fue un momento muy bonito”

“¿De dónde sale este Bueno? ¿es español? Parece que lleva jugados 100 partidos”. Había pasado un buen rato desde el final del duelo entre el Crystal Palace y el Wolverhampton Wanderers, que terminó 2-1 para las Eagles, pero un corrillo de periodistas británicos seguía preguntándose cómo era posible que el ‘64′ de los Wolves hubiera jugado tan bien y su nombre no hubiera aparecido en la lista de convocados del partido.

“Para arriba y para abajo, para arriba y para abajo”. Así conquistó Hugo Bueno (20 años) la banda izquierda de Selhurst Park, que fue testigo de su irrupción en la Premier League. Por eso, a la mañana siguiente del partido, sus rivales no pudieron evitar comentar lo sucedido. “Jugó buen partido Bueno...”, se llegó a leer en algunos chats de Whatsapp de jugadores del Palace, tan jocosos como impactados con el prometedor español.

¿Pero quién es Hugo Bueno? La sorpresa mejor guardada de los Wolves atiende al Diario AS después de su estreno como titular en la Premier. Pasó del Areosa vigués al Wolverhampton con solo 16 años, y desde entonces, se ha convertido en uno de los proyectos más preciados de las Midlands, donde el gallego deslumbra como carrilero izquierdo, casualmente, en la misma su hermano gemelo, Guillermo Bueno, que juega en el Borussia Dortmund...

-En sus inicios en Galicia jugaba de extremo y ahora en Inglaterra es carrilero, ¿se considera un atacante o un defensa?

-Llegué a Wolves como extremo, pero jugaba con línea de cinco y la posición de extremo no existía como tal. Vieron mis cualidades, el recorrido que tenía y me pusieron de carrilero, y la verdad es que me adapté muy rápido. Me gusta mucho la posición, aunque prefiera tener libertad por la banda. Ahora se ven más carrileros porque hacen una función doble, dando también respaldo a la defensa. Pero es una posición dura porque tienes que ir para arriba y para abajo, para arriba y para abajo.

-Para arriba y para abajo estuvo usted en la banda de Selhurst Park... ¿Qué tal está después de ese despliegue físico?

-Estoy mejor de lo que me esperaba. Los fisios nos dan unos " leggings " de recuperación para ponérnoslos por la noche, pero durante el partido me encontré muy bien. Igual en los últimos minutos notaba más los gemelos... (risas), pero aguanté sin problemas.

-David Álvarez, periodista de El País, le preguntó a Carlos Clerc, jugador del Elche, ¿Qué suele ver después de los partidos en el móvil? ¿Qué le respondería usted?

-Antes de los partidos tampoco veo mucha cosa, escucho mi música, desconecto e intento pasar el menor tiempo posible con el móvil para tener concentración total. Pero después de los partidos suelo hablar primero con mi padre para comentar el partido. Me dice qué tal lo he hecho, acciones específicas, también veo mis jugadas y me enfoco en mi juego. A veces soy un poco demasiado duro conmigo mismo, pero creo que es bueno. Y también lo comento con mi hermano Guillermo, que juega en la misma posición que yo y tiene su punto de vista. Y la verdad es que me ayuda a repasar distintas jugadas, sin rallarme mucho.

-Con lo que seguro que no se ralló fue con su asistencia de gol a Adama Traoré, ¿cómo se fraguó esa jugada?

-Intenté hablar con todos mis compañeros antes del partido, hablé con Diego Costa para ver dónde iba a estar en el área y me dijo que solía ir al primer palo. Quien me ha visto jugar en el filial de los Wolves sabe que pongo centros bombeados al segundo palo, que me encanta coger esa zona porque es más fácil cuando voy en carrera, y se lo comenté a Adama, le dije: en el momento que tenga la oportunidad de poner un centro, sé que te gusta estar pegado a la banda para el uno contra uno, pero estate atento porque va a ir al segundo palo, y la verdad es que salió perfecto, clavado. Y también estoy feliz por su gol, porque se lo merece. Nos agrupamos, me empezaron a dar collejas y fue un momento muy bonito. Y fue una pena el resultado (2-1), pero el momento fue especial.

-¿Qué es lo que más le ha impresionado de la Premier League?

-Los fans. Vayas a donde vayas, siempre están ahí. Te vas a Londres, a Southampton o a Mánchester y te encuentras a nuestros fans, y eso es un gran apoyo para nosotros. Y el ambiente de cada estadio. Cada estadio es distinto, tiene sus costumbres y jugar en esta liga es un lujo.

-Siendo de Gondomar, ¿seguía al Celta de Vigo de pequeño?

-En mi colegio mis amigos apoyaban al Celta y he ido con ellos a Balaídos. Pero tampoco era un aficionado de un solo equipo, nunca he tenido prioridad por un equipo.

-¿Cómo es pasar de ir con los amigos a Balaídos a jugar en un equipo de la Premier?

-Es un gran cambio. Al principio era un shock que llamara la atención de un club inglés como este pero no me lo pensé dos veces. Desde el primer momento trabajé para esto. Es un club muy bonito para estar, el ambiente es muy bueno y siempre tenemos el mensaje de ‘one pack’, todos juntos.

-¿Cómo es ser compañero de Diego Costa? ¿y de Adama Traoré qué es lo que más le gusta?

-Desde que vino Diego trajo un ambiente distinto. Le encanta bromear con todo el mundo, es un muy, muy buen tipo que hace una buena conexión entre todos y ojalá nos pueda ayudar en el campo, como ha demostrado en la Premier. Y Adama es un chico muy humilde, muy trabajador y él y yo somos los últimos en irnos de la ciudad deportiva. Me intenta ayudar en todo y se puede hablar con él de cualquier cosa y es un compañero top. La virtud que más me gusta de él es que te puede cambiar un partido por completo por su explosividad, su velocidad. Cuando tiene el balón, sabes que puede crear una ocasión de gol.

-A pesar de que él se ha encargado de explicarlo, cuesta creer que no vaya al gimnasio...

-Creo que su genética es única. Ni me lo explico. Nunca le he visto hacer trabajo de brazo, de ponerse a hacer pesas, pero sí que es verdad que él tiene su programa de activación antes de los partidos. Tiene que ejercitar muchos los hombros porque como le agarran tanto (los defensas) tiene problemas de hombro. Trabaja mucho eso y las piernas, se cuida mucho, pero su genética es única.

-Desde la salida de Bruno Lague, ¿cómo ha vivido la búsqueda de un nuevo entrenador?

-Si te digo la verdad, se ha hablado de muchos nombres, entonces los jugadores nos hemos intentado apartar del tema para no volvernos locos. Estamos enfocados en nuestros entrenamientos, en estar juntos y sabemos que el que venga va a ser para mejor. Pero de momento lo estamos intentando hacer nosotros con el apoyo de Steve y James, que les conozco personalmente y son dos magníficos entrenadores.

-Y la última, viviendo con solo 20 años en las entrañas de Inglaterra, ¿ha importado a Wolverhampton la gastronomía galega o se ha dejado conquistar por la británica y sus asados de domingo?

-Trabajo con un nutricionista, y por ejemplo, en estos días libres tengo una dieta distinta. Al estar en reposo no puedo tomar tantas calorías, pero suelo cocinar y tengo aquí conmigo la termomix y me ayuda mucho a hacer mis comidas. Suelo tomar más proteína y menos carbohidrato. Intento cocinar platos gallegos, pero los ingredientes aquí son distintos y aprovecho cuando voy a casa, a Vigo, para comer pulpo, marisco y demás. En Wolverhampton es más rutinario. El ‘fish and chips’ no me convence mucho, la verdad, pero el ‘Sunday Roast’ (asado de carne de domingo) lo suelen hacer en la ciudad deportiva, sobre todo los domingos, evidentemente, y está bastante bueno.