Al Hilal
1
Al Nassr
2
Finalizado

AL HILAL 1 - AL NASSR 2

¡Histórico Cristiano!

Un doblete del portugués, que acabó retirado en camilla con una posible lesión, dio a un Al Nassr con diez su primera Copa de Campeones de Clubes Árabes.

Cristiano Ronaldo ya tiene la noche con la que soñaba cuando desembarcó entre millones y honores en Riad, estrenando un puente aéreo futbolístico, el de Europa-Arabia Saudí, que muchos observaban en un primer momento con cierto recelo y añoranza y por el que le han seguido un buen puñado de figuras futbolísticas mundiales. Muchas se dieron cita sobre el césped de un abarrotado King Fahd Stadium, que encumbraba al campeón de campeones árabes. Cristiano, por supuesto, junto a sus nuevos secuaces: Brozovic, Seko Fofana, Alex Telles o Mané. En el otro bando, los Rúben Neves, Koulibaly, Milinkovic-Savic o Malcom. Esos casi 100 millones de euros más de inversión rival los equilibró el gen competitivo del de Madeira. Tener a Cristiano es tener un intangible diferencial. Habrá perdido su presencia, pero conserva su esencia.

El mejor escenario para que el de Madeira se redimiera de su primer disgusto como santo y seña del Al Nassr, la liga perdida -o no ganada, ya que el Al Ittihad lo tenía en su mano- de la pasada temporada. Lo hizo además, como acostumbra, siendo el protagonista principal y también secundario de una película de drama que acabó en final feliz -con susto, ya que acabó lesionado- merced una actuación diferencial del portugués, que anotó un doblete. Además, con dificultad añadida, con su equipo buscando la remontada con diez jugadores tras la expulsión de Al Amri en el 71′ tras mediación del VAR y en la que Luís Castro salió escaldado con una tarjeta roja por protestas excesivas. La acción que partió el guion de un choque que parecía visto para sentencia tras el tanto inicial de Michael.

El extremo derecho brasileño, que batió con un cabezazo a bocajarro a Nawaf Al Aqidi tras pase de la muerte de Malcom, lo celebró con picante: con el salto y el grito de celebración con el inimitable copyright del portugués. Quizá, sin querer, acabaron de despertar su animal competitivo. Hasta ese momento, Marcelo Brozovic acaparó los focos, con un voluntarioso pero tímido Seko Fofana. No solo pugnó por el timón del partido junto a Neves, también le dio tiempo a descolgarse a las fronteras del área de Al Owais para apuntarse las dos ocasiones más peligrosas del Al Nassr, con dos voleas en semifallo.

Cristiano Ronaldo se marcha asistido por el vehículo de asistencia médica.-AFP

Los escarceos individuales de Mané no consiguieron agrietar la defensa del Al Hilal para Cristiano, cuyo olfato de gol reconectó al Al Nassr en una final en la que navegaba a la deriva tras recoger en el área pequeña un servicio lateral tenso de Al Ghannam. Cristiano se llenó de responsabilidad, con ciertas reminiscencias de sus noches grandes, obligando a su rival a arremolinarse sobre Al Owais. Después de que el VAR evitara el golpe final para el Al Nassr con un penalti anulado sobre Milinkovic-Savic, el portugués, al que le anularon el 1-2 antes de la prórroga, se autoregaló su primer título e hizo lo propio para el Al Nassr con la consecución de la primera Copa de Campeones de Clubes Árabes.

Erró Mané un mano a mano, Fofana disparó a la cruceta en el rechace y Cristiano remachó finalmente, a la segunda, de cabeza en el área pequeña. La piña de reconocimiento formada sobre el de Madeira señalaba al indiscutible protagonista del partido. Un empujón competitivo después de que Roberto Firmino desprecintara la nueva y esperada temporada de la Saudi Pro League con un triplete en el estreno del Al Ahli, uno de los clubes adquiridos por el Fondo árabe. En tres días, un nuevo reto para la insaciable voracidad del portugués: su debut liguero, para el que habrá que ver si el portugués, que lo hizo todo, hasta lesionarse y ser el pichichi con seis goles, llega a tiempo. Por el momento, añade otro entorchado más a su nutrido palmarés, en el que ya luce 35 títulos colectivos.

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