Histórico Arsenal sin premio

Histórico. Mikel Arteta no ha ganado la Premier League, pero lo de su Arsenal, en la 2023-2024, es histórico. El cuadro londinense necesitaba un triunfo ante el Everton y una derrota del Manchester City para ganar la liga inglesa. Los pupilos de Mikel Arteta sí cumplieron, sobre la bocina, con su parte, pero el West Ham no. Pep Guardiola es campeón por cuarta temporada consecutiva. Aún así, ni siquiera ‘Los Invencibles’ de Arsène Wenger en la 2003-2004, los últimos en campeonar en el norte de Londres, registraron tantas victorias ni puntos: 28 y 89. Tan solo dos menos que los nuevos campeones. Su temporada, aún sin tocar plata, será recordada siempre. Como escribió Jamie Carragher, “se han enfrentado a un monstruo y parece que se han quedado a las puertas, no por culpa de sus defectos, sino por la impecabilidad de su rival”.

El partido ante los toffees estuvo muy marcado, tanto en lo anímico como lo futbolístico, por lo que iba ocurriendo a 176 millas del Emirates Stadium, la distancia que separa el feudo gunner del Etihad Stadium. El 2-1 del West Ham en Manchester dio esperanzas al Arsenal, pero estas terminaron por desvanecerse en el segundo tiempo. Bajo la atenta mirada de Richard Masters, CEO de la Premier League, quien prefirió acudir al Emirates Stadium para no salir en la foto del Manchester City campeón, los pupilos de Mikel Arteta remontaron con goles de Takehiro Tomiyasu y Kai Havertz. Un broche digno y merecido a su temporada.

El Arsenal no gana, el City sí

Las inmediaciones del Emirates Stadium respiraban un ambiente especial. La ilusión y la esperanza de la parroquia gunner, a pesar de que Mikel Arteta anunció que Bukayo Saka sería baja por lesión, estaban intactas. O confiaban ellos, o no confiaba nadie. El Arsenal salió como siempre, a ganar. El problema es que la conquista de la Premier League no dependía exclusivamente de ellos.

Al mismo tiempo que Takehiro Tomiyasu rozaba el 1-0 para el conjunto londinense, Phil Foden estrenó el marcador en el Etihad Stadium. El primer tanto citizen no hundió los ánimos del Emirates Stadum, pero el segundo sí fue un jarro de agua fría. El ambiente festivo del feudo gunner decayó. A todo esto, además, los pupilos de Mikel Arteta necesitaban un triunfo para tener opciones, y el Everton no había venido de paseo al norte de Londres.

Tras un aluvión inicial de llegadas locales, Gabriel Martinelli gozó de la mejor ocasión del primer tiempo. Pero se topó con Jordan Pickford y el paradón del meta inglés en el mano a mano. Mientras que la tensión de los jugadores del Arsenal era palpable, los seguidores toffees cantaban “olés” en las combinaciones de su equipo. En una ellas estuvo a punto de llegar el 0-1, pero el zapatazo de Dominic Calvert-Lewin se fue al palo.

La que entró, aunque con ayuda de Declan Rice, fue la falta de Idrissa Gana Gueye. El 0-1 del Everton, más que un jarro de agua fría, fue una tormenta entera. Menos mal que, apenas tres minutos después, en el 43′, el remate desde la frontal de Takehiro Tomiyasu devolvió las tablas al luminoso. Ahora sí despertó el Emirates Stdum, y por partida doble. El gol del West Ham en el Etihad Stadium hizo estallar las gradas del feudo gunner.

Havertz hace los deberes

Sin prisa pero sin pausa, el Arsenal salió al segundo tiempo con la convicción de completar el trabajo. Al menos el suyo. Pero el correoso Everton de Sean Dyche, así como el tercer tanto del Manchester City, no se lo pusieron nada fácil. El ritmo del encuentro fue decayendo, pero las ocasiones continuaron sucediéndose. Tras una gran intervención de David Raya, un cabezazo de Kai Havertz en el segundo palo se estrelló en la madera. Aunque la machada de hammer pareciera imposible, los pupilos de Mikel Arteta querían brindarle al menos un triunfo a los suyos.

Aún más clara, eso sí, fue la ocasión que tuvo Martin Ødegaard en el interior del área, pero el muro levantado por los toffees taponó el remate. El equipo de Liverpool iba a vender muy cara su derrota. Tras la reaparición de Jurriën Timber con los gunners, lesionado de gravedad en la jornada inaugural y que gozó de sus primeros minutos del año 281 días después, la tarde de los palos la completó Emile Smith Rowe. Su volea tampoco encontró la red y sí el travesaño. Pero la temporada del Arsenal no podía terminar así, y Kai Havertz, con su 14º tanto del curso, permitió al conjunto londinense despedirse con una victoria. El gol del alemán en el minuto 90 fue ampliamente celebrado por el Emirates Stadium, y no era para menos.

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