Campeón en el Barça y héroe en Albania: el nuevo milagro de Sylvinho

Dos Ligas de Campeones, tres Ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, una Community Shield, una Liga y una Copa en Brasil y un primer ‘milagro’, una primera gran gesta como entrenador. Este es el palmarés más actualizado de Sylvio Mendes Campos Júnior (Saõ Paulo, 1974), más conocido como Sylvinho, actual seleccionador de Albania, que ha llevado al conjunto balcánico a la Eurocopa como primero de grupo. La selección de las águilas estará por segunda vez en un torneo continental, la primera clasificada de facto, tras participar en la edición de 2016, y espera conocer sus rivales el próximo 2 de diciembre en el sorteo de Hamburgo.

Después de explicar en este diario, el algoritmo y el trabajo con las bases de datos que ha llevado a esta selección a localizar a sus mejores talentos repartidos por el mundo debido a la diáspora histórica que ha sufrido este país, Alarico Rossi, jefe del departamento de scouting de Albania, descubre para este diario como el exbarcelonista se ha convertido desde el banquillo en el nuevo héroe de esta nación de la costa balcánica.

El cierre de la clasificación fue clave en los encuentros ante Moldavia e Islas Feroe, pero el trabajo más duro llegó antes. Sylvinho preparó una selección a conciencia que ha dejado atrás en su grupo a dos habituales de los grandes torneos: República Checa y Polonia. El brasileño debutó este marzo con derrota por la mínima ante la selección de Robert Lewandowski, pero nunca más la ha conocido. Se impuso 2-0 a Moldavia, 1-3 a Albania, empató con República Checa y sacó los dos compromisos más difíciles. Albania consiguió ganar por 2-0 a Polonia con goles de Asani y Daku y por 3-0 a República Checa con un doblete de Seferi y otro tanto de Asani.

Comenzó con un 4-1-4-1 y pasó a un 4-3-3, aunque el éxito le ha venido instalando un 4-2-3-1, uno de los esquemas más completos del fútbol moderno. Alarico Rossi analiza en exclusiva para AS a este nuevo participante de la Eurocopa. “Juega con 4-2-3-1 o 4-3-3. Fue un cambio muy grande en el equipo. Empezó a jugar con un 4-3-3 y cambió a un 4-2-3-1. Él está muy enfocado en el trabajo individual de cada jugador en el campo en cada momento y en cómo el equipo cambia de sistema durante el partido. En un partido podemos jugar 5-4-1, 5-3-2, 4-3-3, 4-2-4 sin hacer sustituciones porque lo que se le pide a los jugadores es ser perfectos en cada momento del partido. Cada jugador sabe lo que puede hacer en cada momento del partido, en cada situación. Cada partido está muy bien preparado especialmente a nivel defensivo, pero también a nivel ofensivo. Aún así, no es un entrenador defensivo. Es un entrenador que le gusta tener el balón”, añade. El brasileño junto a un staff de lujo formado con Pablo Zabaleta, exjugador del City o el Espanyol, y Doriva, exjugador del Celta, está muy atento a la defensa como bloque. “Zabaleta y Sylvinho eran defensores y Doriva un pitbull del mediocampo y piden mucha atención en la fase defensiva para luego construir con balón. Se busca mucho el equilibrio, el sacrificio… El equipo es muy disciplinado. El sacrificio de los jugadores es muy importante y muy grande, pero juegan con mucho corazón y los resultados son muy importantes”, analiza Rossi ante esta clasificación histórica en la que su defensa ha brillado encajando apenas goles.

El analista italiano, que fue portero para Semplici, considera que los entrenadores con los que han trabajado como futbolistas les han ayudado a manejar perfectamente cualquier tipo de situaciones. “Es un entrenador increíble. Muy detallista. Tiene una escuela súper al trabajar con Guardiola, Wenger, Mancini, Rijkaard… Fue un jugador que ha ganado dos veces la Champions. Doriva ganó la Toyota Cup en 93 en San Paolo contra el Milan con Telé Santana. Luego, Sylvinho y él han tenido a Carlos Alberto Parreira y Mario Zagallo en Brasil. Zabaleta también ha estado con Pep además de Pellegrini o Mancini. Pablo también ha jugado para Maradona en la selección. Salvo con Mourinho, que no han estado, estuvieron con los mejores. Es una mezcla increíble”, asegura sobre su staff que junta un palmarés combinado de 31 títulos jugando en los mejores clubes de Europa y Sudamérica. Aunque Sylvinho es el único bicampeón europeo, Rossi asegura que brilla por su buena gestión de grupo y su humildad. El equipo sale de otro equipo, el staff técnico, donde él no impone su voluntad. “Sylvinho es una persona que escucha mucho para alimentar su filosofía de juego. No es una persona que esté cerrada, está abierto a ideas. Es un entrenador inteligente de mente abierta que siempre está dispuesto a aceptar desafíos y lo que suceda alrededor en el fútbol”, explica Rossi.

El nuevo día a día de Sylvinho

El fútbol no es como en los cómics. Los llamados héroes o leyendas de este deporte se preparan con una rutina de lo más habitual para coronarse en los grandes días que el balón les brinda. Para este diario, Alarico Rossi también cuenta como es el día a día con Sylvinho. “Doriva y él vienen a la oficina todas las mañanas a las nueve en punto y no se van hasta que acaban”, reconoce. Entre lo que más destaca, además de su ética de trabajo, y es la primera vez que ocurre en el fútbol albanés es que el seleccionador haya fijado su residencia en Tirana, capital del país en la que se encuentra la sede a la que acuden todos los días. “Además, es una persona fantástica, con un gran corazón y un trabajador increíble. Ha cambiado la filosofía de toda la federación. Somos muy diferentes pero hay muy buena química. Sylvinho es un gran entrenador manejando los grupos y eso es importante”, destaca Rossi de cara al vestuario, pero también al conjunto de entrenadores.

Si de los brasileños destaca la ética de trabajo y el buen ambiente, Alarico asegura que el cerebro táctico de Pablo Zabaleta complementa excelentemente al staff. “Zabaleta es muy bueno tácticamente, pero lo más importante que puede aportar es su visión como jugador”, añade sobre el argentino, con el que reconoce que está en pleno curso intensivo de castellano. “He aprendido español con Zabaleta, pero es argentino y dice ‘yo, yo (/sho/)’”, reconoce entre risas e imitando el deje del bonaerense con sus peculiares y griegas.

Dentro de esta armonía que ha llevado a Albania al éxito, ¿cómo se entienden varios italianos, varios brasileños, un argentino y jugadores que juegan para Albania pero nacidos y crecidos en todas partes del mundo? Tan fácil como mezclar todos los idiomas que conocen. “Sylvinho habla cuatro idiomas. Nuestras reuniones pueden darse hasta en cinco idiomas distintos en el mismo día. Él habla portugués, italiano, español e inglés. Nosotros además hablamos en albanés. Entonces, cada reunión en la que participamos puede darse hasta en cinco idiomas, pero no es un problema. Tenemos una comunicación muy buena y directa con los jugadores”, explica Rossi. “Mira, si Keidi Bare habla albanés con acento español”, añade como anécdota mientras sonríe sobre el canterano del Atlético de Madrid.

En el staff de Albania saben que el mejor idioma posible para entenderse entre todos es el fútbol y la mejor manera de entenderlo es verlo. Así, Alarico Rossi desvela en AS que uno de los métodos de Sylvinho para el crecimiento de esta selección ha sido aplicar mucho análisis a través de sesiones de vídeo tanto grupales como individualizadas. “Sylvinho usa mucho el vídeo con ellos para explicar cada detalle táctico de los partidos. Cada día, ve partidos y más partidos, hace correcciones, intenta mejorar estudiando los partidos con el staff. Es muy directo con los jugadores a la hora de comunicarse y hace sesiones de vídeo colectivas, pero también individuales. Así los jugadores lo tienen más fácil cuando llegan al equipo para saber como jugar, que jugadas hay... Se apoya mucho en la tecnología para ayudar a los jugadores junto con su staff”, sentencia Alarico.

Desde la élite del fútbol, varios exjugadores fraguan una carrera de éxito en los banquillos y encontrarán su primera gran cita en la Eurocopa. Sylvinho, Zabaleta, Doriva y Rossi entre otros esperan con emoción el torneo para conocer a sus próximos rivales. Nadie les esperaba y se ganaron la invitación a pelear con las más grandes. Sin miedo y esperando volar alto, como las águilas de la enseña albanesa a la que ahora representan. Allí donde ya son uno más.

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