Hay liga con Benzema

Al Ittihad tuvo que sufrir de lo lindo para llevarse los tres puntos de su visita a Al Taawoun. Lo consiguió con un 1-2 postrero gracias a un gol de Karim Benzema en el minuto 95. Un tanto que vale su peso en oro debido a lo apretada que está la cabeza de la clasificación saudí, que le aúpa a lo más alto de la tabla al equipo de Riad con 49 puntos y que obliga a no fallar a Al Hilal, que jugará este sábado contra Damac a domicilio.

Los ‘Tigres’ se sabían con la necesidad de sacar un resultado positivo de su viaje a Buraidá. En esta carrera de fondo por el liderato que están protagonizando junto a Al Hilal, cualquier paso en falso puede resultar fatal. Es por ello por lo que los pupilos de Laurent Blanc salieron con todo a por Al Taawoun, un rival correoso, pero algo mermado por algunas bajas significativas como la de Mailson, su guardameta titular. Los visitantes empezaron el partido monopolizando la posesión y Benzema, a los cinco minutos del pitido inicial, lanzaba el primer aviso en forma de un disparo desde la frontal que acabaría neutralizando Atiah con relativa facilidad.

Al Ittihad imponía su superioridad con un doble pivote compuesto por Fabinho y Kanté que marcaba el tempo al que se jugaba el encuentro, con Benzema moviendo los hilos en la parcela ofensiva y mezclando por dentro con Aouar y con dos extremos, Bergwijn y Abdulrahman, que eran dos auténticas navajas suizas. Rodolfo Arruabarrena, con tal de protegerse, apostaba por una línea de cinco atrás y con Musah Barrow, velocista y máximo goleador del equipo, como un recurso útil para tratar de hacer daño mediante el juego directo y las transiciones. Un plan que se hacía añicos allá por el minuto 20 de la primera mitad, cuando Abdulrahman protagonizaba el primer zarpazo de los ‘Tigres’. Le pegó con todo Fabinho desde la media luna, despejó como pudo Atiah y el extremo izquierdo visitante, con toda la parsimonia del mundo, definió con calidad al segundo palo para adelantar a los de Riad. La acción se revisó por un posible fuera de juego, pero se le dio validez tras una larguísima comprobación en el VAR.

Tras el 0-1, el partido entró en una fase plomiza, en la que el cuadro visitante no pudo o no supo encontrar los caminos para abrir brecha en el marcador. Fue entonces cuando Al Taawoun empezó a crecer y a hilar jugadas en campo contrario. Pero fue a través del balón parado, donde las fuerzas se igualan, como halló el tanto que restituía la igualdad inicial. Y fue justo antes del descanso. En el 54′, el último minuto de uno de los tantos descuentos eternos que se juegan en Arabia Saudí, Barrow logró rematar un balón procedente de saque de esquina. El remate se envenenó al desviarlo Danilo Pereira y la bola besó la red pese al esfuerzo de Rajkovic por evitarlo. 1-1 y todo abierto para el segundo acto.

El tiempo de asueto no le hizo bien a Al Ittihad, que compareció de nuevo en el césped timorato y superado por los locales, que olían la sangre de sus adversarios y se abalanzaron sobre su portería. Con una actitud mucho más proactiva y una presión mucho más adelantada, el equipo de Buraidá logró ahogar la salida de los visitantes. No obstante, no generó demasiada producción ofensiva más allá de un disparo de falta de Fajr que se estrelló en la barrera. Era su momento en el encuentro, pero no supo aprovecharlo y Al Ittihad, que no quería fallar en su carrera por la liga, comenzó a pisar el acelerador.

Para ello, Blanc le dio entrada a Diaby, suplente de inicio pero un genuino agitador de partidos con su rapidez, su verticalidad y su facilidad para el regate. Las dos primeras características citadas quedaban muy limitadas por el buen hacer defensivo de Al Taawoun, pero el extremo francés comenzó a exhibir su catálogo de diabluras pegado a la cal y por ahí empezaron a sufrir los locales. No obstante, la jugada que pudo cambiar el curso de los acontecimientos llegó por el costado opuesto, el izquierdo, y fue protagonizada por Karim Benzema. El exmadridista encaró a Fajr y, tras un posible toque con la mano, el árbitro indicó penalti. Sin embargo, el VAR llamó al trencilla para que lo consultase con el monitor y, después de la pertinente revisión, se retractó porque el ex del Getafe tenía el brazo pegado al cuerpo.

No cejó en su empeño por empatar Al Ittihad, ya totalmente volcado en ataque y encomendados a lo que propusiera un Diaby que volvió loco a todo defensor local que salía su paso. En una de sus cabalgadas dejó habilitado a Aouar en el punto de penalti, pero el ex del Lyon se topó con el poste. Era el minuto 80 y los ‘Tigres’ tenían diez más por delante (y se añadieron diez más de propina) para que la liga no se le empezase a escurrir entre las yemas de los dedos. Y lo evitó su pichichi, su estandarte y su principal argumento para recuperar el trono saudí: Karim Benzema. El galo recibió un pase filtrado y, con clase y aplomo, venció en el mano a mano a Atiah para enloquecer a la nutrida afición visitante presente en Buraidá, para anotar su decimocuarto gol de la temporada (se queda a uno de Cristiano Ronaldo, pichichi con 15 dianas) y para enviar un mensaje: hay liga en Arabia Saudí.

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