Gündogan vuelve, Haaland arrasa

Aunque sin puntos en su casillero, el Ipswich Town tiene motivos para celebrar su regreso a la Premier League. Pese a la dosis de realidad que ha supuesto medirse al Liverpool y el Manchester City en los dos primeros encuentros de su vuelta a la máxima categoría. Los de McKenna se adelantaron en ambas ocasiones, solo para terminar despertando a las bestias que son los equipos de Slot y Guardiola. En el Etihad Stadium, los celestes dieron la vuelta al marcador, y dejaron el partido visto para sentencia en apenas cuatro minutos.

Szmodics, recién llegado del Blackburn Rovers, se escapó en el séptimo minuto, se plantó ante Ederson y lo batió con un tiro raso, pasando el esférico entre las piernas del guardameta brasileño. Paso adelante del City tras el tanto. Paso atrás del Ipswich. Acostumbrados a llevar la iniciativa y mandar jugadores al ataque durante sus dos ascensos consecutivos, los de McKenna solo pudieron acumular jugadores frente a su propia meta y esperar a que pasase el temporal. El aluvión celeste, sin embargo, se los llevó por delante.

Savinho ganó una carrera a Davis en el minuto doce. El lateral izquierdo sacó la pierna para desbaratar la ocasión, pero terminó trabando al atacante, y derribándolo. El colegiado pitó penalti, el VAR lo confirmó y Haaland lo convirtió. El noruego engañó a Muric. Segundos más tarde, el exportero del City se durmió con el balón en los pies y el propio Savinho se lo arrebató para habilitar a De Bruyne, que marcó a puerta vacía. Dos minutos más tarde, el belga colgó un balón al espacio y Haaland lo cabeceó ante la errática salida de Muric para dejar atrás al guardameta y marcar a placer. No hubo piedad con el recién ascendido.

Apenas se habría superado el primer cuarto de hora de juego, y el encuentro quedó sentenciado. Lewis tuvo una oportunidad de oro para anotar el cuarto, pero estrelló su disparo contra el travesaño llegando desde atrás, desaprovechando una nueva salida de Muric de su portería y la enésima combinación del City en el área rival. Un minuto más tarde fue De Bruyne quien tiró contra el travesaño.

A la vuelta de vestuarios, Guardiola recibió malas noticias. En una pugna con Delap a los tres minutos de la reanudación, Kovacic cayó al suelo y no pudo continuar. Con el croata fuera de juego, el papel de Rodri, que sigue ultimando su vuelta al equipo después de sus vacaciones, recaló en Stones. El Etihad quedó un tanto decepcionado por no ver entonces el ingreso de Gündogan. Ocurrió veinte minutos más tarde. La hinchada mancuniana ofreció un sonoro recibimiento al jugador que levantó el trofeo de la Champions League que los celestes conquistaron hace dos temporadas. Y como si no hubiese pasado el tiempo, el alemán volvió a vestirse de celeste, a la sala de máquinas en la que había trabajado los siete años previos a su temporada en el Camp Nou. Gündogan volvió a casa.

Y Haaland volvió a marcar. A dos minutos del 90, el City andaba buscando el espacio por el que colarse en el área rival. Combinando con tranquilidad, pero viendo como el Ipswich iba cerrando cualquier hueco. El noruego se hartó, retrasó su posición hasta la frontal, se hizo con un balón suelto y anotó su tercer gol del partido, el cuarto de su campaña… en solo dos jornadas. Su décimo hat-trick con el City… y la que acaba de empezar es su tercera temporada como celeste.

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