Guardiola crea otro monstruo

Qué tarde la del domingo. Para el recuerdo del Manchester City. Para el olvido del Liverpool. La hinchada local engalanó las gradas con banderas gigantes para recibir a su equipo, y a Guardiola, que celebró 1.000 partidos como entrenador. La fiesta fue total. Y la actuación celeste estratosférica. Recordó al mejor City, de época.

Un partido redondo, ante un rival irreconocible. Después de ganar al Aston Villa y al Madrid, el Liverpool se vio superado en el Etihad Stadium. Especialmente cuando a Doku le daba por arrancar en la banda izquierda. Qué monstruo. Haaland y González también marcaron, pero el belga fue el más destacado.

El City se comió el Liverpool. Salió intenso, encerrado a su rival en su propio campo. Apenas olieron el balón los de Slot. Doku robó dentro del área en el décimo minuto, encarando a Mamardashvili, que trabó al belga. Haaland tuvo la oportunidad de abrir el marcador, pero el exportero del Valencia se lanzó bien para sacar el disparo ajustado del noruego desde los once metros. Quiso rebajar el ritmo el Liverpool, completamente superado.

De principio a fin

Tuvo unos minutos de tregua antes de que los mancunianos volviesen a la carga. Doku avisó con un disparo casi sin ángulo en el minuto 25, y tres más tarde llegó el primer gol. La redención de Haaland. Apareció en el segundo palo para cabecear un centro de Nunes desde la derecha, aprovechando el mal marcaje de Konaté, que se comió el balón.

Jugó a su antojo el City, que se permitió levantar el pie del acelerador. Hasta que Van Dijk asustó a los celestes marcando en un córner en el minuto 38. Robertson, que pasaba por ahí, estaba en fuera de juego, y el colegiado entendió que obstaculizó la visión de Donnarumma.

El tanto no subió al marcador. Y el City volvió a la carga. En el añadido del primer tiempo, Nico González anotó su primer gol del curso, y ofreció una ventaja que se antojaba ya definitiva. El gallego recibió en la frontal del área y sacó un chut que dio en Van Dijk, haciendo inútil la reacción de Mamardashvili, y se alojó en la red.

No hubo réplica del Liverpool. Tampoco tras el descanso. Slot dio entrada a Gakpo, que debió marcar sobre la hora de juego. Apareció solo en el segundo palo, con el último deber de empujar el centro raso de Bradley, pero el holandés encaló la pelota pese a tener la puerta vacía. Fue la única ocasión destacada de los reds, que cuatro minutos más tarde bajaron definitivamente los brazos.

Doku cerró el partido en el ’63 con un gol precioso. Recibió en el vértice del área, fintó y centró su posición. Mandó un disparo cruzado que atravesó una nube de jugadores y evadió la estirada de Mamardashvili. Y para dentro. Fiesta completa. Y ascenso en la clasificación. El City se pone segundo, a cuatro puntos del Arsenal.

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