Gonçalo Ramos salva la fiesta de Enzo Fernández

El estadio Da Luz se vistió de gala para recibir a Enzo Fernández, su flamante campeón del mundo, que recibió una ovación de época en la previa del gran derbi de Lisboa. Otro motivo más para celebrar una fiesta en un Benfica que parece haber alcanzado su mejor versión en los últimos 20 años. No es para menos. Es el líder destacado de la liga portuguesa, está clasificado en la Champions y tiene jóvenes futbolistas como el propio Enzo, Antonio Silva o Gonçalo Ramos, por los que se pelean media Europa, y que auguran un gran futuro al equipo lisboeta, ya sea en lo deportivo o en lo económico.

Nadie se quería perder el partidazo entre Benfica y Sporting. Por supuesto, tampoco Roberto Martínez, nuevo seleccionador de Portugal, que acudió al estadio. Trincao pareció haberse enterado de que el técnico español estaba en la grada y fue el primero en tomar la palabra. Porro encontró a Edwards en el interior del área y este centró al atacante cedido por el Barcelona, que con la ayuda de Bah marcó el 0-1 y silencio a un Da Luz que todavía seguía de fiesta. Mención a parte merece también el lateral español Porro, que jugó como si De la Fuente también estuviera en Lisboa y no en Riad viendo la Supercopa de España. El ex del Girona cuajó un gran partido y vivió un enfrentamiento para recordar con Grimaldo, lateral izquierdo del Benfica, que esta temporada está atravesando su mejor momento desde que llegó al doble campeón de Europa en 2016. También estará en la agenda del nuevo seleccionador español.

El partido lo igualó Gonçalo Ramos, que ha hecho olvidar por completo a Darwin Núñez y por el que el Benfica también pedirá 100 millones de euros o más si alguien está interesado en ficharlo. El delantero portugués remató en el área pequeña un centro raso de Rafa Silva, el corazón del equipo de Roger Schmidt, tras un gran eslalon previo de Antonio Silva, que cruzó el campo casi de lado a lado dejando a varios jugadores del Sporting en el camino.

El encuentro llegó al descanso con todo por decidir y una sensación vibrante que solo un gran encuentro es capaz de producir. Y es que la segunda parte fue tan bonita como la primera. Y comenzó más o menos igual. Se adelantó el Sporting gracias a un tanto de Pedro Gonçalves, que transformó un penalti que él mismo había provocado y que fue señalado gracias a la intervención del VAR. Pero el Benfica no se desanimó y Gonçalo Ramos volvió a poner las tablas en el marcador unos pocos minutos después. Otro tanto de nuevo puro, de remate en el área pequeña, esta vez asistido por Grimaldo.

Después de los goles, ambos equipos bajaron un poco el listón. Enzo Fernández dio una masterclass de presencia y dirección de juego en el medio del campo, pero a pesar de ello, al Benfica le faltó claridad en los metros finales, mientras que el Sporting dio por bueno el empate y tampoco quiso arriesgar demasiado.