FRANCIA | PSG
Galtier, del infierno a la tranquilidad
El técnico francés vivió una pesadilla esta semana, pero recuperó la tranquilidad después de la victoria del PSG contra el Lens que sentencia la Ligue 1.
Cuando eres entrenador del PSG, la exposición mediática a la que te sometes es inigualable a prácticamente cualquier otro banquillo de Europa, con permiso de los más grandes. Al rendimiento deportivo hay que añadirle siempre los temas extradeportivos, que desde hace años ocupan un primer plano en el día a día de la entidad francesa. A Galtier le tocó lidiar esta semana con unas acusaciones de racismo que convirtieron la previa del partido ante el Lens en una pesadilla para el técnico francés.
El marsellés, de 56 años, respiró, aunque efímeramente, después de conseguir vencer al conjunto norteño en un partido decisivo por el título de la Ligue 1. En la antesala de la contienda, Galtier reconoció que el episodio “le había chocado fuertemente” y que “se había refugiado en el trabajo” para salir del infierno, misma frase que utilizó en la rueda de prensa posterior al triunfo cosechado en el Parque de los Príncipes.
“Fue difícil, muy difícil, por supuesto. Pero me refugié en mi trabajo para preparar este gran acontecimiento de la mejor manera posible. Agradezco a Nasser Al Khelaïfi y a Luis Campos su apoyo, han estado omnipresentes”, reconocía Galtier. El presidente del PSG, Nasser Al Khelaïfi, celebró efusivamente los goles del PSG. El qatarí era consciente de que la semana había sido dura para el entrenador y no dudó en mostrarle, mediante un comunicado, su apoyo incondicional en la etapa más convulsa desde que es entrenador de los parisinos.
Campos, su mano derecha, su director de orquesta desde que decidió ficharle para el Lille allá por 2017, también estuvo durante toda la semana alentando a Galtier. La victoria frente al Lens prácticamente sella el título de la Ligue 1 para el PSG, que superará al Saint-Étienne, con el que está empatado a títulos, como el equipo más laureado de la historia del fútbol francés. Esa victoria es el clavo al que se agarra el técnico, muy criticado por los recientes malos resultados, pero aliviado tras una racha de dos victorias seguidas en las que ha vencido al Niza y al Lens.
“No podemos abstraernos de lo sucedido, pero los jugadores estuvieron muy implicados”, finalizaba Galtier en la sala de prensa del Parque de los Príncipes. Con su futuro sin decidirse, el marsellés se aferra al título de la Ligue 1 para intentar evadirse de una temporada complicada. Eliminado en los octavos de la Champions por un muy superior Bayern, apeado de la Copa en los octavos a manos del Marsella y sufriendo el doble de derrotas en 2023 que en todo el año pasado, los augurios respecto a su continuidad no eran esperanzadores.
Al Khelaïfi, de momento, prefiere esperar al final de la Ligue 1 para reunirse con el accionariado y tomar una decisión al respecto. La relación entre el presidente y Galtier es cordial, buena, fluida. Este episodio, negro para el fútbol francés, ha servido de apaciguamiento entre ambos. Las dos victorias, ante el Lens y el Niza, le dan cierto margen al entrenador del PSG, cuyo futuro sigue en el aire, pero nadie, ni el propio club, descarta que vaya a seguir la próxima temporada.