Francesca Petriccione: “En el fútbol, Europa ve a Oriente Medio solo como dinero y es un error”
La abogada especializada en fútbol Francesca Petriccione analiza para AS varios de los retos del balompié para el futuro.
El fútbol se juega en el campo, pero también, en los despachos. Horarios, campos, competiciones, nuevos formatos, fichajes... Todo tiene detrás una compleja y enorme estructura legal y horas y horas de reuniones donde se decide el futuro de este deporte.
Sobre multipropiedades, nuevos modelos, el auge de Arabia Saudí, la Superliga, sobre donde está el fútbol y hacia dónde va lo analiza Francesca Petriccione, abogada especializada en derecho internacional deportivo y profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Milán. Una mujer que conoce el fútbol desde dentro. El que ya es una realidad y que viene.
Usted conoce bien el fútbol en Arabia Saudí y el país. Desde Europa se considera que puede ser una nueva burbuja, pero ¿cómo ve su crecimiento?
El crecimiento del fútbol en Arabia no es coyuntural. No responde solo a grandes fichajes. Es un proyecto estructural enmarcado en la visión 2030. A nivel institucional se ven modelos de gobernanza modernos, un marco regulatorio flexible y una enorme capacidad de ejecutar rápido y bien. El crecimiento es abismal.
Además, hay una estrecha relación con LaLiga…
Sí, desde 2023 hay un importante acuerdo con LaLiga que se ha renovado en 2025 abriendo una oficina en Riad. Eso cambia las reglas del juego. Permite una interlocución directa entre ambas competiciones. Es una estrategia a largo plazo basada en sinergias. Es una relación beneficiosa para ambos lados, con retorno financiero. Los acuerdos de colaboración entre clubes saudíes y españoles están evolucionando a verdaderos programas de desarrollo común. Hablamos de formaciones, intercambios de entrenadores, asesoría médica y jurídica, seguimiento de rendimiento… A nivel legal es complejo, pero muy beneficioso para ambos. Los jóvenes saudíes ganan experiencia y los clubes españoles acceden a un nuevo mercado deportivo con enorme potencial humano.
“Las estrellas han generado mucha visibilidad para Arabia Saudí, pero la tendencia actual se centra en jugadores de talento inmediato”.
Francesca Petriccione
Además de con LaLiga también con la RFEF, ya que allí se juega la Supercopa.
La de las competiciones híbridas es una tendencia que se confirma con la Supercopa de esta temporada en Yeda. El fútbol español está abrazando la globalización de manera estructurada. Gestionan derechos, logística, seguridad, arbitraje, marketing… LaLiga lleva tiempo pensando en sacar partidos de España. Es una visión estratégica global similar a NFL o NBA. No es una decisión ligera, pero sí coherente con la tendencia del deporte. Se busca conectar con audiencias globales y ambas ligas lo saben. Se trabaja en muchos proyectos como metaversos deportivos, que generan muchos temas a nivel legal de derechos de imagen, incluso cuestiones transfronterizas. Pero es una gran oportunidad. La clave es convertir a espectadores pasivos en parte activa del espectáculo. Arabia está invirtiendo fuerte en fan experience. Es el núcleo del negocio. A nivel de estrategia de marca y soft power… Arabia sabe que el fútbol es el mejor soft power actual y Arabia Saudí lo está utilizando de manera muy inteligente. El deporte es cultura, diplomacia, imagen del país. LaLiga aporta su prestigio, modelo de gobernanza, experiencia. La SPL aporta recursos y también una nueva visión.
¿Qué ventajas obtienen LaLiga y la SPL de este intercambio entre competidores?
El modelo español lleva años de ventaja en materias de control económico y transparencia. La Liga saudí avanza rápido con asesoría internacional sobre el fair play financiero. Si lo consiguen, tendrán un ecosistema sostenible y más atractivo para la inversión extranjera.
Hay un tema que interesa mucho sobre Arabia Saudí, los fichajes. ¿Hay un cambio de modelo respecto al desembarco de superestrellas del inicio?
En cuanto a fichajes, estamos entrando en una fase de racionalización inteligente. Las estrellas han generado mucha visibilidad, pero la tendencia actual se centra en jugadores de talento inmediato. Jóvenes con alto potencial de venta y talento técnico-táctico capaz de elevar la liga en su conjunto. No es el nombre, es la integración del jugador en el equipo y la liga. Arabia ya no quiere solo nombres, compite por perfiles con impacto deportivo inmediato que eleven en el nivel de la competición. Lo importante no es cuánto se pague, es cómo encaja en el proyecto. La liga saudí está buscando no jugadores a final de su carrera, buscan jóvenes capaces de elevar la liga en su conjunto. Arabia Saudí ya no busca nombres mediáticos, se trata de construir una Liga sólida.
“Para negociar en Oriente Medio hay que saber hablar su lengua. Metafóricamente y literalmente”.
Francesca Petriccione
¿Qué pasos están dando en este sentido?
La SPL en julio anunció un comité financiero encargado de controlar el gasto, aplicar controles económicos y acompañar a los clubes en su profesionalización. A nivel de regulación, está como las ligas europeas. Lo interesante es que Arabia no quiere copiar modelos europeos, está construyendo su modelo con gobernanza moderna, marcos regulatorios flexibles… La dirección que está tomando es clara: profesionalización, fichajes racionales de talento joven con rendimiento inmediato y valor futuro, asociándose con competiciones como LaLiga.
Cuando se habla de negociaciones con clubes o federaciones de Oriente Medio se aprecia una diferencia de códigos que además, hay que conocer para poder llegar a un buen acuerdo. ¿Puede explicar que cambia respecto a Europa?
Europa ve a Oriente Medio solo como capital y es un error. Oriente Medio aporta estrategia a largo plazo, audiencia joven, estrategia global y una cultura de colaboración que permite acelerar procesos que en Europa tardaría años. LaLiga cuando se asocia con Arabia Saudí lo hace con un socio estratégico. Es un mercado distinto en el que hay que entender tres claves: siempre deciden de manera estratégica, nunca negocian para cerrar el trimestre en positivo, el interlocutor raramente representa solo a una empresa y añadiré algo esencial aunque en Europa se subestima sistemáticamente: para negociar en Oriente Medio hay que saber hablar su lengua. Metafóricamente y literalmente. Hay que comprender su lógica, su manera de construir confianza, sus ritmos. Literalmente, es que sin ser imprescindible el árabe, abre puertas y demuestra respeto. Hablar su lengua distingue a quien firma un acuerdo de quien consigue una alianza estratégica duradera.
Los clubes saudíes dominan la Champions Asiática. ¿El no tener rivales tan potentes a nivel continental puede suponer un obstáculo para su crecimiento?
No es un obstáculo. Es una competición doméstica y no puede competir en otro escenario.
Usted también es experta en multipropiedad y en la entrada de inversores extranjeros en clubes en Europa. El caso más reciente es el aterrizaje de Apollo en el Atlético, ¿qué puede suponer para los rojbilancos?
La operación de Apollo es más que una inversión financiera. Es un compromiso serio con unas estructuras de gobernanza y una visión de crecimiento sostenible. LaLiga es un destino de capital no especulativo. Los inversores quieren colaborar. Lo más relevante es que Apollo no pretende ser un fondo multiclub dominante. Su estrategia no busca un control cruzado agresivo. Eso facilita que la integridad deportiva no se vea amenazada. El Atlético mantendrá su cultura, su identidad y su independencia operativa. Eso se traduce en pactos y cláusulas de no interferencia.
Fenway Sports Group también quiso adquirir el Getafe. Pero, ¿qué ha hecho que este negocio se caiga?
En los últimos tiempos se ha especulado con una compra de Fenway con el Getafe. Consideran que hay limitaciones del mercado español. Las negociaciones no han llegado a un acuerdo y esto reside en la limitación estructural y el marco regulatorio español. Esto no se alinea con inversores de cierto perfil. No todos los capitales extranjeros encajan en el fútbol español. Es una advertencia para diseñar marcos más flexibles y sofisticados que sí atraigan a esos inversores. Los inversores buscan claridad y flexibilidad.
Con el mecanismo de la multipropiedades, muchos aficionados se preguntan si realmente es un factor de riesgo para las competiciones y pueden existir conflictos de intereses. ¿Qué normativa existe al respecto?
UEFA exige separar los clubes de manera operativa para asegurar la integridad de las competiciones. Hay mecanismos de control, auditorías y buscan evitar conflictos de interés. Está regulada por estatutos nacionales, reglas de Ligas, UEFA y FIFA.
Cabe preguntar también por uno de los desafíos más grandes que afronta el fútbol europeo: la Superliga.
La discusión sobre la Superliga va más allá del deporte. Es un conflicto normativo entre competencia, libertad contractual y el marco regulatorio de federaciones. Desde el derecho mercantil europeo, un proyecto de competición cerrada plantea preguntas sobre la potestad reguladora de las federaciones y la integridad deportiva. La creación de una competición privada es jurídicamente posible, si cumple con derechos laborales, normativas comerciales y no vulnera las competencias de las federaciones. La falta de reconocimiento de UEFA y FIFA conlleva riesgos: sanciones, prohibición de participar en competiciones oficiales… La Superliga tiene base jurídica para existir como proyecto privado, pero su sostenibilidad dependerá de llegar a acuerdos de reconocimiento con estructuras federativas y normativas europeas. Así mitigará los riesgos de sanciones. Esos debates se deben abordar desde una cuestión técnica. La Superliga solo puede ser viable si garantiza acceso por méritos deportivos en coordinación con federaciones y con reglas transparentes. La idea de una competición supranacional ha sido históricamente controvertida, pero desde el punto de vista legal, hay argumentos para su viabilidad siempre y cuando se diseñe cuidadosamente.
Puede explicarnos como experta el conflicto entre UEFA y esta competición.
La disputa entre A22 Sports, promotora de la Superliga, y la UEFA se basa en un conflicto de carácter regulatorio y competitivo. A22 sostiene que la UEFA ha mantenido un monopolio sobre las competiciones europeas de clubes y ha ejercido abuso de posición dominante, limitando la libertad de entrada en el mercado de nuevas competiciones. La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, especialmente la sentencia de diciembre de 2023, cuestiona la legalidad de los requisitos de autorización previos impuestos por UEFA y FIFA, abriendo un marco para la creación de competiciones alternativas respetando el derecho comunitario.
Hace apenas unos días, hubo avances en los tribunales respecto a esto. ¿Puede detallarlos?
Sí. La Audiencia Provincial de Madrid desestimó los recursos de la UEFA, la RFEF y LaLiga, confirmando que la UEFA incurrió en abuso de posición dominante al limitar la competencia. Esta resolución habilita a A22 y al Real Madrid para reclamar compensaciones económicas multimillonarias, entre cuatro y cinco mil millones de euros, y refuerza la legitimidad jurídica del proyecto Liga Unify.
¿Usted cree que puede generar un precedente tan importante como fue la Ley Bosman cambiando todo el ecosistema del fútbol europeo?
No bastaba con lanzar una Superliga cerrada. Ahí, el proyecto original de la Superliga se recondujo hacia la Liga Unify, con un formato modular, criterios meritocráticos y una plataforma digital de retransmisión. Este modelo busca legitimar la competición desde un enfoque institucional y financiero, integrando sostenibilidad y transparencia. La propuesta pretende equilibrar la autonomía de los clubes con cumplimiento normativo, adaptándose a los requerimientos legales europeos y a la dinámica de los mercados deportivos. Como decía, a pesar de la viabilidad legal, persisten riesgos estructurales: la fragmentación del calendario, la gobernanza del nuevo organismo, la distribución de derechos y los mecanismos de sanción. La sostenibilidad de la plataforma de streaming y la integración con las ligas nacionales son cuestiones clave. Un modelo institucional híbrido que respete los principios de competencia de la UE y la estructura de la pirámide futbolística podría superar estas tensiones, consolidando la Liga Unify como un referente de gobernanza moderna en el fútbol europeo. Si se construye como una liga abierta, reglas claras y una estructura de gobierno compartido sí transformaría el fútbol europeo como lo conocemos.
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