Elliott borda el plan de Klopp

Después de una de las semanas más complicadas como entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp respira. Y lo hace con un pase a la cuarta ronda de la FA Cup en el bolsillo. El solitario (y gran) gol de Harvey Elliott en la primera parte bastó a los Reds para doblegar a un correoso y combativo Wolverhampton. Y es que Julen Lopetegui, a pesar de la eliminación copera, ha conseguido darle un lavado de cara al equipo. Dotarlo de una versión competitiva inexistente hasta su llegada. Con todo y con eso, el plan de Jürgen Klopp, el de la vuelta a los orígenes, fue más que el de Julen Lopetegui y el Liverpool volvió a la senda de la victoria después de tres partidos.

Little Diamond

“Volver a lo básico”. Es la fórmula que, según Jürgen Klopp en las postrimerías del partido, permitiría al cuadro Red volver a la senda del triunfo. Una receta que fructificó durante los primeros 45 minutos en el Molineux Stadium. El apagón del primer minuto de partido no desvió al equipo de Anfield de su plan: compactos y contundentes atrás, feroces en la presión y veloces en el contragolpe. Lo dicho, básico pero efectivo. Aunque los de Julen Lopetegui intentaron aumentar las dudas de los visitantes durante los primeros minutos del choque por la vía rápida, haciendo uso, como en el primer enfrentamiento de la 3ª ronda, de los extremos y sus centros directos al área, la asfixiante y buena presión de los Reds fue mejor y más fuerte.

Fruto de ese estilo básico, con pocos toques y mayor velocidad en la combinación, nació el 0-1. Un gol en el que ayudó en cierta medida el arquero portugués de los Wolves pero del cual Harvey Elliott puede y debe presumir. El portero del Liverpool sacó rápido para Thiago Alcántara, el español abrió el balón a banda para el Little Diamond de Jürgen Klopp y este, tras ver a José Sá mal ubicado en la portería, disparó sin miramiento desde fuera del área. Zurdazo y para dentro. A partir del gol, y más allá del tanto anulado a Fábio Carvalho por fuera de juego, los visitantes no se impusieron con contundencia sobre su rival, pero tampoco permitieron al Wolverhampton resarcirse del tanto recibido.

Matheus Cunha no fue suficiente

La batalla de la segunda mitad se libró en la medular. Mientras que por parte de los locales emergió la figura de Matheus Nunes, un futbolista que bien harían los Reds en seguir vigilando de cerca de cara al próximo mercado estival, en el equipo de Jürgen Klopp dieron un paso al frente los dos centrocampistas españoles. Stefan Bajcetic, que otra vez hizo las veces de Fabinho partiendo como titular, y, sobre todo, Thiago Alcántara, principal generador del fútbol de los visitantes, sostuvieron al equipo Red en los segundos 45 minutos.

Pero que el partido se desarrollara, y peleara, en el medio era algo que no convenía a los Wolves. Mientras más tiempo pasara el balón cerca del círculo central, menos merodeaban los de Julen Lopetegui la portero rival. Los locales no cesaron en su empeño de buscar la igualada. El técnico español volvió a recurrir al ‘factor Matheus Cunha’, quien generó ambas asistencias de los empates en los últimos partidos coperos, pero en esta ocasión la entrada del brasileño como revulsivo no dio sus frutos. Y eso que el exatlético fue protagonista en varias de las ocasiones más peligrosas de los suyos durante el segundo tiempo. Por el centro, a través de la bandas y en las jugadas a balón parado. Los Wolves lo intentaron de todas las maneras, e incluso dispusieron de la última ocasión del partido con una jugada ensayada a balón parado, pero los locales fueron incapaces de tumbar el muro Red.