ITALIA

El triste final de Agnelli: “Otra vergüenza”

El miércoles se acaba oficialmente la era del presidente de la Juventus. Tras el escándalo de los balances, su último partido fue el 5-1 de Nápoles.

La Juventus, que en esta temporada ya había vivido el trauma de la peor campaña de Champions en su historia, llegaba al partido con el Nápoles con una renovada ilusión. Están volviendo, poco a poco, sus lesionados (aunque todavía faltan Bonucci, Cuadrado, Pogba y Vlahovic) y, sobre todo, en la Serie A había vuelto a encadenar resultados positivos. Al Maradona llegó con una racha de ocho victorias seguidas, y todas sin encajar ningún gol. El problema fue que, aunque el lema de la entidad sea “ganar no es importante, es lo único que importa”, muchos no le dieron importancia a cómo llegaron estos triunfos. Cinco sobre ocho fueron unos 1-0 bastante sufridos ante rivales asequibles (Torino, Lecce, Verona, Cremonese, Udinese), con pocas ideas y también sufriendo atrás. A pesar de ello, presentarse al enfrentamiento directo a siete puntos del Nápoles supuso la ilusión de poder recortar distancias y reabrir definitivamente el campeonato. Una ilusión que duró muy poco.

El Nápoles demostró su superioridad ante un equipo que salió de inicio con Chiesa jugando casi de lateral para intentar limitar a Kvaratskhelia. Haber forzado así al italiano, único en intentar crear peligro junto con Di María, es una de las principales críticas a Allegri, que desde su regreso a Turín todavía no ha sido capaz de darle una identidad clara a su equipo.

El 5-1 fue un batacazo histórico, que deja el liderato a 10 puntos y se suma al pésimo momento bianconero. ‘Tuttosport’, el día después del partido, fue muy tajante en su portada: “Otra vergüenza”. El rotativo criticó al técnico y a la mayoría de los jugadores y hoy afirma que Allegri, para salvar su puesto, necesita ganar al menos un trofeo entre Copa italiana y Europa League, además de clasificarse a la próxima Champions. Y tras una temporada sin títulos, la primera en una década, la Juve este año también tendrá que luchar en los tribunales por el escándalo de su balance, que llevó a las dimisiones de toda la junta directiva.

El de Nápoles, de hecho, fue el último partido como presidente para Andrea Agnelli tras casi 13 años. Fue una época gloriosa (19 títulos, el mejor palmarés en la historia de la entidad) con un final terrible dentro y fuera del verde, que llegará oficialmente el próximo 18 de enero. A partir del miércoles arrancará una nueva era, con el nombramiento del presidente, Gianluca Ferrero, y de la junta directiva. El cambio, de momento, no implica novedades a nivel deportivo y el banquillo de Allegri (gracias también a un contrato hasta 2025 y un sueldo que supera los 7 millones netos) no peligra. El bofetón de Nápoles, no obstante, traerá consecuencias a largo plazo. Habrá que salvar la temporada y luego se sacarán las cuentas.