El renacimiento del Bolonia con Thiago Motta: lanzados en Serie A y soñando con el top 7
El conjunto rossoblù se ha convertido en uno de los equipos de moda del campeonato italiano, suma tres victorias en el último mes y está sorprendiendo a todo el público.
El Bolonia está de moda. El equipo dirigido por Thiago Motta suma tres victorias y un empate en los últimos cinco partidos, está en octava posición en la Serie A, 15 puntos por encima del descenso, y empiezan a soñar con una posible clasificación a competiciones europeas. Para ello tendrán que mantener este nivel durante los próximos cuatro meses, acabar entre los siete primeros clasificados y esperar a que no haya sorpresas en la Coppa Italia.
Los rossoblù han sumado 25 puntos en los últimos 13 partidos, lo que les convierte en el cuarto mejor equipo de la Serie A en ese periodo. Son 32 en total en lo que va de competición y 26 desde la llegada de Thiago Motta. El italo-brasileño llegó al banquillo del Renato Dall’Ara el pasado 12 de septiembre firmando un contrato hasta junio de 2024. Tras un mal inicio de temporada, las expectativas eran altas con su arribo y, por el momento, las está cumpliendo.
Su equipo está en racha y desplegando un fútbol atractivo en ataque y pragmático cuando el resultado lo ordena. El entrenador ha enchufado a jugadores como Orsolini, Roberto Soriano o Schouten, que habían mostrado su nivel a cuentagotas en las temporadas anteriores. El domingo reciben al Inter en un partido importante para marcar su sitio en la clasificación y se esperan más de 25.000 almas en el estadio para animar al Bolonia. La ciudad está animada con el equipo y Motta ha mantenido la fe en sus ideas tras comenzar su andadura en el banquillo con cuatro partidos sin ganar.
Protagonismo a los Orsolini, Schouten, Ferguson...
La revitalización del equipo se refleja en la de varios de los jugadores que están rindiendo a un gran nivel. Arnautovic era el líder del Bolonia, pero su ausencia no se ha notado con su lesión. En su ausencia, los de Motta han sacado 13 de los 18 puntos posibles y ha aparecido la figura de Riccardo Orsolini. El atacante criado en la cantera del Ascoli se ha echado al equipo a la espalda con el infortunio del austriaco y ha anotado seis goles en los últimos 12 partidos. Parece que ha dado el salto de calidad que tanto tiempo llevaba esperando el club y ahora quieren renovarle hasta 2026.
Otro jugador que está empezando a mostrar un gran nivel con regularidad es Jerdy Schouten. A sus 26 años parece haber alcanzado su madurez futbolística y encontrado la continuidad y brillantez suficiente para ser el director del centro del campo. Lewis Ferguson también ha tenido una gran importancia en la buena racha del equipo y es una de las sorpresas positivas de la temporada. El escocés llegó en verano procedente del Aberdeen y, según su agente, ya ha llamado la atención de clubes como Juventus y Milan. Está siendo capital en el centro del campo y llegando al área contraria para generar peligro.
Un sistema firme que se va perfeccionando
Desde su llegada, Thiago Motta insistió con el 4-2-3-1 en todas sus variantes. Al principio con 4-5-1 y en algunos momentos con un 4-3-3 bastante dúctil. No obstante, su sistema de juego ‘preferido’ es el primero. Un sistema que se convierte en un 2-3-2-3 cuando el equipo tiene el balón. La primera línea la forman los centrales, la segunda Schouten y los laterales, la tercera los dos “interiores” y la última los atacantes. La construcción de juego suele iniciarse en los centrales, que reciben muy abiertos el balón. Una vez superada esa primera línea de presión aparece la generación de triángulos: clave para entender el juego ofensivo del Bolonia. Schouten y Nico Domínguez o Moro son claves en esto.
A partir de la zona de tres cuartos, los chispazos de Orsolini y Arnautovic marcan la diferencia y Ferguson ejerce de factor sorpresa. El Bolonia es el equipo con mayor porcentaje de regates completados (52%) y el tercero con más entradas completadas que acaban en recuperación de balón (237). Estamos ante un conjunto joven con jugadores técnicos y dinámicos. Motta está consiguiendo que cada vez haya más orden táctico, aunque su punto más débil sigue siendo la defensa, sobre todo cuando el rival acumula muchos hombres en el área o desborda por las bandas. Aun así, la ciudad de Emilia-Romaña sigue con muchos motivos para ilusionarse con los suyos.