El PSG es un polvorín: Verratti piensa en irse

El PSG se prepara para un final de temporada agitado. Esta semana, el conjunto parisino se vio obligado a intervenir después de que Messi no entrenara el lunes debido a un viaje a Arabia Saudí sin autorización del club. A ello hay que añadirle sus malos resultados, consumando en marzo la eliminación en los octavos de la Champions y con un campeonato liguero que todavía no ha asegurado, y las posibles salidas del argentino, prácticamente confirmada, y Verratti.

El italiano, según informó L’Équipe, se encuentra en un período de reflexión en el que se está planteando dejar el PSG en el próximo mercado. Señalado por los ultras el pasado miércoles, señalado en la eliminatoria contra el Bayern y, además, disgustado por la gestión interna del club, el centrocampista podría solicitar a Luis Campos una salida en verano, aunque Nasser Al Khelaïfi, que ya bloqueó su posible marcha al Barcelona en 2017, ‘obligándole’ a pedir perdón en el canal oficial del club, no está por la labor.

El presidente considera que Verratti representa la identidad del PSG. Fue uno de sus primeros fichajes, en 2012, procedente del Pescara y su rendimiento, aunque ha tenido altibajos, ha estado a la altura de las expectativas. Sin embargo, hay varios condicionantes en su día a día. Por ejemplo, su higiene de vida. Llegó con varios kilos de más después del Mundial, torneo que no disputó, y su rendimiento este año ha sido uno de los más irregulares que se le recuerdan en la capital francesa.

La posible salida de Verratti no se ha discutido todavía en París, pero según L’Équipe, Luis Campos podría no oponerse a la venta del italiano. Aun así, es Qatar el que tiene la última palabra, por lo que no parece sencillo que salga de la capital francesa. Su sueldo, 1,2 millones de euros brutos al mes, y su reciente renovación, hasta 2026, son dos obstáculos para cualquier club de Europa que quiera acometer su incorporación.

Arabia Saudí, que está pujando fuerte por muchos jugadores importantes para potenciar su candidatura para el Mundial de 2030, podría ser de los pocos países que pueden asumir su actual ficha salarial. El jugador, que considera desproporcionada la sanción de empleo y sueldo a Messi, se siente cada vez más desmotivado en París y no se puede descartar su salida en los próximos meses.