El Nápoles se salva sobre la bocina

El Nápoles sigue irreconocible respecto al equipo que dominó la Serie A durante todo el curso pasado. Tras la derrota con la Lazio en el Maradona, los sureños no pasaron del 2-2 en el estadio del recién ascendido Genoa y deben hasta celebrar el resultado ya que, durante la mayoría del encuentro, la derrota parecía el final más probable.

Los de Gilardino disputaron un partido ordenado, buscando hacer daño con las transiciones, la rapidez de Gudmundosson y la puntería de un Retegui cada vez más cómodo en el fútbol italiano. Los rossoblú le dejaron la iniciativa al campeón de Italia, que pasó toda la primera parte con el balón y parecía no saber qué hacer con él. Los azzurri nunca crearon peligro (llegaron al descanso con 0 remates a puerta) y, en el 40′, el Genoa aprovechó una de sus salidas para abrir la lata. En un córner peinado por De Winter, Bani apareció en el segundo poste y empujó el balón entre palos.

La segunda parte empezó con un guion idéntico y otro gol del Genoa, esta vez de Retegui que, olvidado por la zaga visitante, recibió un centro raso de Strootman y anotó su segundo tanto en la Serie A. En su peor momento, Garcia sacó del banquillo a Cajuste, Raspadori y Politano, y la calidad de los suyos se empezó a notar. Con Kvaratskhelia y Osimhen bastante apagados, los dos italianos se encargaron de igualar el marcador.

Raspadori combinó con Cajuste en el corazón del área y recortó distancias, mientras que Politano recibió una vaselina de Zielinski y puso las tablas con una bonita volea zurda en el 84′. Había tiempo para completar la remontada, pero el desordenado arreón final napolitano no dio más frutos. Los campeones, ahora, marchan quintos, a cinco puntos del liderato interista.