El Milan aguanta con diez

Tras las derrotas contra Leverkusen y Fiorentina, el Milan vuelve a levantar cabeza con una sufrida victoria por la mínima contra el Udinese. Los rossoneri defendieron el 1-0 en 10 contra 11 desde el minuto 29 por la roja directa a Reijnders ante los de Runjaic, que rozaron el empate hasta el último segundo, cuando un fuera de juego que fue cuestión de milímetros señalado por el VAR les quitó el 1-1.

La primera media hora de los milanisti, sin el sancionado Theo, con Morata en el centro de la delantera y Leao en el banquillo (el portugués no jugó ni un minuto), fue positiva y recogió frutos rápidamente. Una iniciativa de Okafor desde la izquierda propició el 1-0 tras apenas 13 minutos. Lo anotó Chukwueze, que recibió el balón desde Pulisic y completó una jugada en la que participaron los tres futbolistas que actuaban a espaldas del punta español.

Tras nuevos intentos en busca del 2-0, no obstante, una entrada de Reijnders sobre Lovric, que se iba solo hacía la portería de Maignan, fue castigada con la roja directa. El partido, a partir de entonces, cambió.

El Udinese, que salió de inicio con Iker Bravo (fue su estreno como titular) y Zarraga, anotó el posible 1-1 con Ehizibue, pero el tanto fue cancelado por fuera de juego con la ayuda del VAR.

Los friulani aumentaron la intensidad de sus ataques en la segunda mitad, y muchos de ellos pasaban por los centros de un Zemura muy activo. Runjaic reforzó la delantera con Davis, Payero y Ekkelenkamp mientras que Fonseca, en el 73′, sustituyó a un ovacionado Morata con Abraham. El partido del inglés duró apenas cinco minutos, y no pudo ser más desafortunado. El delantero controló mal en el área chica el posible balón del 2-0 y, cayendo, sufrió una lesión en el hombro derecho, con el que ya tuvo problemas durante su etapa en la Roma, que preocupa.

Sin delanteros, al Milan no le quedó otra que esperar atrás que pasaran los minutos, y cumplió su misión con un gran susto en el 95′. Kabasele terminó una melé en el área empujando el balón entre palos tras una intervención de Maignan, pero, después de un largo control del VAR, también este gol fue anulado, y siempre por un fuera de juego de pocos centímetros. San Siro, casi callado por el silencio de la Curva Sud involucrada en el escándalo ultra de las últimas semanas, pudo así volver a celebrar una victoria que coloca a los rossoneri provisionalmente en el tercer puesto.

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