El Marsella se estrella en Brest

Dos jornadas ha tardado el Marsella en cosechar su primer pinchazo en la Ligue 1. De la euforia contra el Reims, al que los de Tudor golearon por 4-1, se pasó a la decepción en Brest en un insípido empate a uno. El conjunto marsellés no pudo pasar del empate en la siempre difícil Bretaña francesa. Se adelantó por medio de Tavares, pero un extraordinario tanto de Lees-Melou en el segundo tiempo puso las tablas en el marcador.

El once del Marsella fue, literalmente, el mismo que goleó la semana pasada al Reims. Lo que funciona no se toca para Tudor. Payet, emblema del club durante los últimos años, volvió a comenzar en el banquillo y el flamante fichaje Alexis Sánchez, que había entrado en su primera convocatoria, esperaba su oportunidad en la segunda mitad.

El Marsella de Tudor, al menos de momento, debería llamarse el Marsella de los carrileros. Tanto Clauss como Tavares han apagado todos los incendios que se le han presentado al equipo en las dos primeras jornadas. En el primer tiempo en Brest, ante un rival que estaba defendiendo de maravilla en 4-4-2 y que, además, tuvo en las botas de Le Douaron, de cabeza, el 1-0, ambos aparecieron para darle ventaja a su equipo justo antes del descanso.

Este Marsella no tiene nada que ver con el de Sampaoli, que trabajaba la salida de balón desde el portero y casi le colocaba de líbero. El de Tudor es mucho más vertical, pragmático y, sobre todo, directo. Eso, quizá, perjudica a jugadores como Guendouzi o Milik, que no vio la roja de milagro tras propiciarle un codazo a Lees-Melou sin balón en el 42 que podría haber sido su segunda amarilla. Justo cuando el partido estaba abocado al descanso, Clauss encontró a Tavares en el segundo palo y el cedido por el Arsenal no perdonó, materializando su segundo gol en dos jornadas con la elástica del OM.

Los buenos presagios del Marsella no duraron mucho. El Brest ya había avisado en el primer tiempo de que es un equipo competitivo y combativo hasta el final. Pierre Lees-Melou, un especialista en los disparos desde media distancia, sorprendió a Rubén Blanco con una volea extraordinaria a bote pronto que fue directa a la red. Tudor había hecho debutar a Alexis Sánchez tras el descanso y, aunque el chileno dejó buenas sensaciones, se le veía todavía con alguna carencia física. El partido se convirtió en un ida y vuelta constante tras el empate en el que ninguno de los dos equipos conseguía temporizar en el centro del campo. Los cambios de Tudor, dejando a Luis Suárez en el banquillo de forma incomprensible, no surtieron efecto y el Marsella pinchó por primera vez en toda la temporada.