El Marsella elimina al PSG de la Copa

El gran Marsella, el de los 90, el que ganó una Copa de Europa, el que hizo doblete en 2012 con Deschamps, el que en el Velodrome es un equipo temible, el que reinaba en Francia, renació ante el PSG. El conjunto marsellés, tras ganar 2-1, eliminó a los parisinos de los octavos de la Copa de Francia después de un partido trepidante, de esos que quedan en la retina del espectador, de esos que perdurarán con el paso del tiempo y que magnifican la Copa de Francia. Los de Galtier, sin Mbappé, no pudieron contra un rival que le asfixió de principio a fin.

El PSG sobrevivió como pudo en un bombardeo incesante. En cada balón dividido, en cada disputa, en cada duelo, en cada jugada, aparecía una pierna del Marsella. Igor Tudor, un enfermo de los marcajes individuales, bien aprendidos de sus maestros Juric y Gasperini, insertó a los parisinos en un recipiente en el que el oxígeno brillaba por su ausencia. El fútbol es un deporte difícil, imposible de explicar, y por ello al descanso el partido iba 1-1.

Tal es la irracionalidad de Tudor que hay veces en las que uno de sus dos centrales se incorpora al ataque como si fuera un delantero más. El PSG, sin Mbappé, no era una amenaza para el Marsella a campo abierto, ya que ni Messi ni Neymar son futbolistas que se caractericen precisamente por ser rápidos sin balón. Esos riesgos los asume el croata y no renuncia a ellos ni ante el mejor equipo de Francia.

Con un Donnarumma estelar, repeliendo como una pared sin agujeros cada acometida del Marsella, el PSG se mantuvo con vida gracias al italiano y al poco acierto de su rival. Sin embargo, la recompensa llegó, gracias a un cambio de ritmo de Ünder que pilló a Ramos despistado. El central cometió penalti y Alexis Sánchez, que hizo un gran primer tiempo, hizo el 1-0 para el Marsella.

El bombardeo no cesaba. Los minutos pasaban, pero si hay algo que puede con cualquier agobio en el fútbol, eso es la calidad individual. Messi y Neymar comenzaron a combinar y el brasileño estrelló en el poste un remate raso extraordinario. El PSG perdona una vez, dos ya no. Ramos enmendó su error y aprovechó en el descuento un gran centro de Ney. Empate. Vuelta a empezar.

El encuentro entró en un ritmo letárgico, como si al Marsella el gol de Ramos le hubiera atestado una puñalada al corazón. El PSG empezaba a sentirse cómodo y los de Tudor ya no tenían la misma suficiencia para vaciarse a través de los marcajes individuales. Sin embargo, un saque de banda visitante volvería a cambiar por completo todo.

Mbemba, central del Marsella, fue a presionar a Neymar a la frontal del área y el brasileño perdió la pelota casi sin tocarla. Malinovskyi, que si por algo destaca es por tener un cañón en la pierna izquierda, destrozó el balón en la escuadra y despertaba a un Velodrome cada vez más dormido. El PSG volvía a acariciar la lona, incapaz de reaccionar en una acción muy mal defendida.

Galtier hizo cambio desesperado, como si el escenario pudiera con él y no tuviera la certeza de poder tener un impacto en el partido. Entró el joven Zaïre-Emery y también Carlos Soler, pero el Marsella hizo de su campo una trinchera con minas que ni el propio Messi podía evitar. Ramos marcó en el descuento, pero estaba en fuera de juego.

El Rodez sorprende al Auxerre; el Lyon toma aire y se mantiene en la pelea

En otro de los encuentros de la jornada, la eliminatoria estuvo a punto de terminar con la temporada del Olympique Lyon. Sin nada que hacer en la Ligue 1 y a ocho puntos de los puestos europeos, la Copa era su única tabla de salvación para endulzar un curso que no pasará al recuerdo en las filas del equipo dirigido por Laurent Blanc. Enfrente tenía a un rival muy complicado.

El Lille vendió cara su derrota y peleó hasta el final por hacerse con la victoria. Se repuso a los dos tantos iniciales de Mathis Cherki y de Alexander Lacazette, empató por medio de Jonathan David y de Edon Zhergova y finalmente cayó en los penaltis. Los fallos de Mohamed Bayo y de Timothy Weah, dieron aire al Olympique Lyon.

Por su parte, el Auxerre, con problemas para conseguir la permanencia en la Ligue 1, terminó su aventura en la Copa de Francia tras caer ante el Rodez (2-3), un equipo de la Segunda División que logró dar la sorpresa.