El Marsella de Marcelino duerme líder, pero se vuelve a estrellar

No hay manera de que el Olympique de Marsella tenga un partido tranquilo en este inicio de temporada, sobre todo fuera de casa, en la que ha empatado sus dos primeros encuentros y en ambos su rival se quedó con diez jugadores. Ocurrió ante el Metz hace dos semanas y volvió a ocurrir este viernes en Nantes (1-1), en un partido que se le puso de cara en el minuto uno gracias al gol de Ismaïla Sarr, todavía más con la temprana expulsión de Mepiyou, pero un golazo de Mohamed al borde del descanso truncó la victoria de los de Marcelino, incapaces de desarbolar durante todo el segundo tiempo el repliegue de Les Canaris con un jugador menos.

El equipo marsellés se ha convertido en un experto en convertir sus partidos en una especie de harakiri total. Si hace dos semanas, en Metz, desperdició un 0-1 con superioridad numérica, en el primer tiempo en La Beaujoire ocurrió exactamente lo mismo. En el minuto 2 ya mandaban los de Marcelino, gracias a un extraordinario gol de Ismaïla Sarr, que aprovechó una indecisión en la defensa del Nantes para perforar la red con un derechazo.

El gol fue un jarro de agua fría total para Les Canaris, que apenas habían sumado un punto en nueve jornadas, a tal punto de que la desesperación menguó todavía más a los de Aristouy. Un error defensivo del joven Mepiyou, de 17 años, propició un mano a mano de Vitinha. El defensa, bloqueado completamente, agarró al portugués y el árbitro no titubeó para expulsarle.

El guion era prácticamente el mismo que en Metz, con un Marsella dominando y controlando el partido y con otro equipo, el Nantes, que, además de ir perdiendo, se encontraba en inferioridad numérica. Los locales, comandados por un buen Adson, un guerrero Chirivella y una defensa mucho más sólida que con el sistema de tres centrales, fueron poco a poco arrinconando a su rival. La recompensa la obtuvo antes del descanso, en un remate acrobático de Mohamed, pichichi de la Ligue 1 junto a Ben Yedder, que desconcertó completamente al OM. Marcelino se veía otra vez en una complicada tesitura con el viento completamente a favor para llevarse los tres puntos.

Al Marsella el gol del Nantes no le terminó de despertar. A la salida del túnel de vestuarios, el equipo del sur de Francia no terminó conectarse al partido y dejó con vida, con el riesgo que eso conlleva en este tipo de contextos, al Nantes. La sensación en el terreno de juego ya no era de inferioridad, sino de dos equipos con el mismo número de efectivos como ya ocurriera en Metz hace dos semanas. A pesar de la insistencia visitante, con ocasiones bastante claras, sobre todo la de Aubameyang en el tiempo de descuento, el Marsella fue incapaz de llevarse los tres puntos de La Beaujoire y suma dos empates en dos partidos fuera de casa esta temporada. Una decepción para Marcelino, después de haber jugado contra diez en sendos encuentros.