El Marsella conquista Lens con suspense

El Olympique de Marsella recuperó la senda de la victoria, aplacó la crisis de resultados en la que se encontraba inmerso y dio un golpe de autoridad en la clasificación. En un triunfo imperial, no sin antes sufrir, con polémica, los de De Zerbi conquistaron Lens, al que doblegaron por 1-3 gracias a los goles de Rongier, Luis Henrique y Hojbjerg. En el minuto 87, el Lens, que perdía 0-2, empató el partido, pero el árbitro fue al VAR a consultar una falta en el borde del área de los norteños que, además de anular el empate, provocó el gol de falta que confirmó la victoria del Marsella por 1-3.

No fue un partido plácido para el Marsella pese a que el resultado dicta lo contrario. Sufrió en el primer tiempo y le costó un mundo acercarse al área rival. De hecho, el Lens gozó de las mejores oportunidades durante los primeros 45 minutos, pero como viene siendo habitual durante toda la temporada, su acuciante falta de gol le volvió a penalizar.

Medina, de cabeza, Nzola, hasta en dos ocasiones e incluso Thomasson pudieron adelantar a los de Wil Still, mientras que el Marsella intentaba contener un torrente de oportunidades norteñas. Aún así, el OM pudo irse al descanso con ventaja, en un mano a mano de Maupay que acabó milagrosamente en el exterior de la portería.

El fútbol no entiende de justicias y el Lens lo experimentó de primera mano. Tras un gran primer tiempo, en el que tuvo hasta tres oportunidades manifiestas de gol, los ‘Sangre y Oro’ se desvanecieron por completo a la salida de vestuarios. Al Marsella le valieron dos zarpazos, dos llegadas, dos jugadas aisladas, para decantar la contienda.

Fue Rongier, tras una gran maniobra de Maupay, la primera vez que se impuso a Danso en todo el partido, el que adelantó al conjunto marsellés. El mediocentro, titular por circunstancias, allanó el camino de la victoria, ratificada por Luis Henrique, que se aprovechó de otra gran asistencia de Maupay para silenciar el fragoroso Bollaert-Delelis, de luto y atónito por el resultado, injusto si atendemos a las ocasiones de ambos equipos.

Pero el fútbol ya no había entendido de merecimientos y tampoco se adhirió a la racionalidad en el tramo final. Fulgini, que entró en la segunda parte, puso el 1-2 y metió el miedo en el cuerpo del Marsella. Los cambios de un De Zerbi completamente fuera de sí, consciente de la importancia del partido, no surtieron efecto y Labeau-Lascary, otro suplente, empataba el partido a cuatro minutos para acabar el encuentro.

Sin embargo, en medio de un bullicio atronador en el Bollaert, el árbitro fue al VAR a consultar la legalidad del gol, ya que 30 segundos antes existía una posible falta sobre Nadir, jugador del Marsella. El colegiado rectificó su decisión, anuló el tanto, y Højbjerg, embocaba a la red la falta en la frontal del área. Nadie daba crédito, pero el Marsella salvó los muebles y confirmó una victoria, 1-3, trascendental para sus aspiraciones en liga.

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