El Liverpool está en el limbo

Sale arrollador, queriendo resolver los envites por la vía rápida. Solo así, a chispazos, funciona el equipo de Jürgen Klopp. El problema esta temporada es que si no hay recompensa propia se va la luz. Y entonces no encuentra la manera de reaccionar. Si no marca primero, lo pasa mal. Ya sea contra equipos en la parte baja de clasificación o en la parte alta. Estos últimos, como sucedió con el Real Madrid, son capaces de sacarle los colores aún cuando el Liverpool ha tomado ventaja. Y así le va. Después de enderezar el rumbo frente al Everton y el Newcastle, los de Anfield han vuelto a perderse. Acusaron la dura derrota en Liga de Campeones y ante el Crystal Palace no levantaron cabeza.

A la dificultad para marcar se le une la facilidad que ofrece en la retaguardia. Trent Alexander-Arnold y Joel Matip dieron buen ejemplo de ello durante el primer tiempo. Una pérdida del lateral propicio la ocasión más clara del duelo, pero Jean-Philipe Mateta la desaprovechó. El francés no marca desde agosto, y se le notó la falta de confianza. En buena posición, optó por potencia en lugar de colocación y estrelló la pelota contra el travesaño. Diogo Jota había dado también con la madera previamente.

También lo hizo Mo Salah tras la reanudación. El egipcio se hizo con un rechace y sacó un disparo de primeras, con efecto, pero no efectivo. El larguero volvió a evitar un nuevo gol y el encuentro volvió a sus andadas. Los dos equipos tuvieron problemas para generar peligro. Se quedó en el limbo, como el Liverpool. El Crystal Palace dio un arreón en los minutos finales, y aunque no fue capaz de rascar un botín mayor, sí cerró el compromiso con buenas sensaciones. Y con un punto que le permite seguir alejándose del descenso. Le supo mucho mejor que a los de Anfield, que regresarán al norte de Inglaterra frustrados. Como en tantas ocasiones esta campaña.