El Lille resiste también a la Juve

Ni Real Madrid, ni Atlético de Madrid ni ahora la Juventus han podido doblegar al Lille, un equipo aguerrido, un batallón de infantería, un compendio de guerreros que se ha destapado como un dolor de muelas para los grandes de Europa. Los de Genesio, en otro ejercicio total de pundonor, sufriendo e incluso teniendo ocasiones para ganar, resitieron las acometidas de la Vecchia Signora, sacándole un valioso empate a uno que le coloca con siete puntos en la zona noble de la liguilla de la Champions. David adelantó a los locales y Vlahovic, de penalti, empató en el segundo tiempo.

La Juventus se dio cuenta desde el primer minuto que su rival no tiene miedo a mirar a los ojos a los grandes de Europa. Verdugo del Real Madrid y del Atlético, el conjunto francés, con un repliegue muy junto, puso en apuros a los de Motta, que tardaron mucho tiempo en entrar en el partido, pese a que dominaron la posesión, casi todas estériles.

Este Lille, que se siente cómodo sufriendo, al que no le importa ceder la posesión, tiene, además, la capacidad de pillarte por sorpresa en cualquier momento. Apareció la magia de Zhegrova, un extremo endiablado que es capaz de regatear en su propia área, para servirle, tras dejar clavado a Cabal con un quiebro sutil, en bandeja a Jonathan David el 1-0. El canadiense, con una sangre fría espeluznante, clavando a Cabal en el quiebro batió a Di Gregorio. El Pierre-Mauroy lo celebró como un estruendo.

La Juventus no había dicho su última palabra. Motta adelantó líneas y detectó que, en la derecha, Mandi sufría porque era un central actuando de lateral. De hecho, los bianconeri empataron dos veces, ambas por medio de Koopmeiners, pero el árbitro lo anuló por sendos fueras de juego de Yildiz. Chevalier, que está coleccionando paradas imposibles, dejó su impronta en el encuentro con una mano espectacular a Vlahovic. El Lille se volvía a salvar por los pelos.

La Juventus enmendó el error del primer tiempo y embotelló al Lille, parapetado en su área y con sus dos extremos defendiendo como laterales. La reacción de la Vecchia Signora no tardó en llegar. André, en un error impropio de un jugador de su veteranía, derribó a Conceiçao y el árbitro señaló penalti. Desde los once metros, sin inmutarse, Vlahovic empataba el encuentro.

El 1-1 transformó el partido en un correcalles. El Lille despertó de su madriguera, sabedor de que no podía sostener un segundo tiempo entero encerrado en su área. Zhegrova lo siguió intentando, disfrazado casi de Ben Arfa por momentos. El Lille resistió y volvió a sumar contra un grande de Europa, esta vez la Juventus.

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