El Lens barre al Mónaco

La temporada pasada, el Lens acabó el campeonato con 62 puntos. Durante el presente curso, con seis jornadas por disputarse todavía, ya acumula 66. Este sábado, los ‘Sangre y Oro’ le infringieron un contundente 3-0 al Mónaco, su rival directo por la tercera posición de la Ligue 1 y que sucumbió a un equipo de autor, un producto de orfebrería en el que todos los jugadores son importantes, todos corren por el compañero y todos juegan con una intensidad desmesurada. La victoria, merecida, permite a los de Haise colocarse segundos, con un punto de ventaja sobre el Marsella, que este domingo visita al Lyon. Openda, elegido mejor jugador del mes de marzo, consumó una noche de ensueño con un doblete y una asistencia que le coloca, indudablemente, como uno de los mejores jugadores de la Ligue 1.

El Lens barrió al Mónaco en el primer tiempo. Este equipo, que la semana pasada sufrió un varapalo contra el Mónaco, es el que mejor fútbol practica de toda la Ligue 1 independientemente del rival. Elabora las jugadas desde el portero, atrae a los adversarios, castiga entre líneas y tiene a un delantero, Openda, que es un rayo cuando inicia la arrancada al espacio.

El Mónaco fue un castillo de naipes y ni siquiera los golpes que fue recibiendo le despertaron de un estado de somnolencia que se alargó durante prácticamente los primeros 45 minutos. En una mala salida de balón, en la que Vanderson no consiguió conectar con un compañero, Openda, el más listo de la clase, batió a Nübel después de no haber podido marcarle en primera instancia.

El belga es un delantero impredecible. Aparece por todo el frente de ataque y te penaliza cualquier espacio que le dejes, por muy mínimo que sea. El Mónaco estaba sometido continuamente a un bombardeo del Lens que no cesó nunca. En una gran jugada en la banda izquierda, Machado, un fantástico carrilero izquierdo con una potencia endiablada al espacio, asistió a Openda, que se anticipó a Maripán y materializó el segundo de los locales.

Todo parecía una fiesta en Lens. Su superioridad era aplastante, apabullante, incontrolable, por un Mónaco que estaba adoleciendo la baja de Golovin y de Ben Seghir, en el banquillo por una fiebre que le arrastró el ruso. El primer remate de los de Clement llegó en el minuto 42. Fue un tiro tímido de Jakobs que atrapó Samba sin problemas. Y, justo antes del descanso, Fofana, otra fuerza de la naturaleza, estrelló en el larguero el que habría sido la estocada definitiva en el encuentro.

Tras la reanudación, el Lens volvió a ser la pesadilla del Mónaco, que no varió, más bien Clement y su inoperancia, su plan inicial y no pudo contener las acometidas constantes de su adversario. Openda, intratable, se zafó de Maripán y asistió a Thomasson, que batió a Nübel con suma facilidad. El Bollaert era una fiesta. Sus aficionados, que han sufrido en segunda división durante muchos años, ahora ven a su equipo entre uno de los mejores de Francia. Ni los cambios, tardíos cambios de Clement tuvieron incidencia en el Mónaco, que acabó incluso satisfecho por no haber recibido más goles en una avalancha sin precedentes en el norte de Francia.

Auxerre y Lille firman un empate insuficiente

El Auxerre y el Lille firmaron un empate en el estadio de l’Abbe Deschamps (1-1), gracias a un penalti transformado por cada equipo, escaso para las pretensiones de ambos: la permanencia en el caso del conjunto local y la competición europea para los visitantes.

Los dos tendrán todavía que amarrar sus objetivos en las seis jornadas que les quedan por disputar. El Lille, que tomó ventaja en la primera parte, en el minuto 36 gracias a un penalti transformado por el canadiense Jonathan David por una mano del senegalés M’Baye Niang, puede perder el quinto puesto, el último que da opción a un torneo continental, si el Stade Rennes gana el domingo su compromiso en Montpellier. El Auxerre consiguió el empate también desde los once metros gracias a una falta dentro del área de Remy Cabella a Youssouf M’Changama. Niang no falló, batió a Lucas Chevalier y evitó la derrota.