El Genoa más ‘latino’ revoluciona el Calcio

En ocasiones, un año fuera de la élite es justo lo que necesita un equipo a la deriva para reaccionar. Después de varias temporadas rondando los puestos peligrosos de la tabla, que terminaron con la venta del club al fondo americano ‘777 Partners’ a finales de 2021, el histórico Genoa descendió a la Serie B en el año 2022, 15 años después de su última caída.

Los últimos años de la ‘era Enrico Preziosi’ en el club más antiguo de Italia no serán recordados con especial cariño por sus aficionados. Un constante vaivén de futbolistas, protestas de los ultras contra la directiva y un desfile de entrenadores por un banquillo por el que pasaron nombres como Cesare Prandelli, Thiago Motta o Andriy Shevchenko. Ninguno consiguió llevar la calma que necesitaba un club en crisis, y terminaron por descender en una temporada en la que la permanencia costaba ‘solo’ 32 puntos.

Revolución Gilardino

En la Serie B, una mala racha de resultados le costó el banquillo a Alexander Blessin, que llegó la temporada anterior y a punto estuvo de obrar el milagro de la salvación. Su lugar lo ocupó Alberto Gilardino, mítico delantero de la primera década del siglo que goleó en clubes como Parma, Milan o Fiorentina, y que también pasó por Génova. Como entrenador, dirigía al Primavera -el filial- rossoblù desde el verano anterior, y su trabajo estaba siendo brillante.

Al mando del primer equipo, su obra no ha tenido menos lustre. Dirigió 24 partidos, ganó 15 y sólo perdió tres. Consiguió el ascenso en mayo, y en junio ya había renovado de cara a esta nueva temporada en la Serie A, con opción a una más.

Un mercado ilusionante

Después de su buena temporada, el Genoa ha conseguido mantener el bloque de jugadores con el que consiguió el ascenso. Solo han perdido al canterano Lipani, una de sus grandes promesas, pero que apenas había tenido oportunidades. Por contra, han fichado en propiedad jugadores que el pasado curso jugaron cedidos en el Luigi Ferraris, como Radu Dragusin, George Puscas, Mattia Aramu, el español Josep Martínez o el internacional neerlandés Kevin Strootman.

Además, se han reforzado con las cesiones de Thorsby o De Winter, apuestas de bajo coste como el ex del Milan Júnior Messias o el que fuera canterano del Espanyol Aarón Martín, y la hasta ahora bomba de su mercado: Mateo Retegui, el delantero ítalo-argentino al que Mancini convirtió en el ‘9′ de Italia cuando aún jugaba en Tigre. Y ya ha demostrado de lo que es capaz. En su primer partido oficial con su nueva camiseta, en la Coppa Italia, marcó un doblete.

A todos estos nombres se suma ahora el del ucraniano Ruslan Malinovskyi, que llega cedido desde el Olympique de Marsella con opción a compra. Potencia para una plantilla amplia, que se postula a ser el equipo sorpresa del año en el Calcio, y que ha apostado por conformar un ‘bloque latino’ para complementar al grupo del ascenso: Retegui, Messias, los dos españoles y el jovencísimo uruguayo Alan Matturro, a los que se unen el mexicano Johan Vásquez y el chileno Pablo Galdames, cedidos en la Cremonese la pasada temporada y que han regresado este verano.