El Everton tropieza con la primera piedra

Aguas revueltas al norte de Stanley Park, en Liverpool. Se deteriora la relación entre los propietarios del Everton y sus aficionados. El escepticismo dio paso al enfado del mismo modo que se han sucedido los entrenadores del equipo. Con la contratación de Carlo Ancelotti, Farhad Moshiri y Bill Kenwright trataron de otorgar cierto estatus al equipo azul de la ciudad. Subir un peldaño y empezar a mirar a Europa. La caída, sin embargo, ha sido inevitable. Salió el italiano y llegó Rafa Benítez, algo que desquició a la afición toffee. El madrileño, maniatado por la escasa inversión, no pudo mantener el barco a flote y fue despedido el pasado mes de enero.

Frank Lampard llegó hace un año a Liverpool con la misión de rescatar a un grande en apuros. El descenso amenazaba al Everton después de 68 años en la máxima categoría. Con una remontada memorable frente al Crystal Palace en la penúltima jornada, el milagro fue obrado. Salvación de extranjis, con la ayuda de los goles de Michael Keane, Richarlison y Dominic Carlvert-Lewin. Estos dos fueron los únicos delanteros del equipo la pasada campaña, alternando titularidades y ausencias. En verano, Richarlison se marchó al Tottenham. Quedó mermado el ataque toffee, pese a la llegada de Neal Maupay desde Brighton. El francés solo ha anotado un gol el presente curso mientras los problemas físicos han mantenido a Calvert-Lewin fuera del equipo. Once partidos jugados, un único tanto.

Siguen los problemas ofensivos del equipo de Goodison Park. La dirección del Everton no aprendió la lección y tropezó con la misma piedra. El último día de enero, Sean Dyche fue anunciado como el nuevo entrenador. Sin tiempo para fichajes durante el mercado invernal, fue el único equipo de la Premier que no realizó ninguno, y sin más recursos de los que gozó Lampard. “Creo que tenemos algunos jugadores de mucho talento, aunque quizá no hayan estado a su mejor nivel”, explicó el entrenador. “A mí nunca me ha gustado fichar por el hecho de fichar, así es que no lo hicimos”, explicó el entrenador. El margen es escaso. A falta de 18 jornadas por disputar, dos puntos separan al Everton de la salvación. Para colmo, el primer rival de Dyche será Mikel Arteta y su imparable Arsenal, líder de la Premier League.