El ‘Dibu’ desconcierta a Emery

La necesidad apremió al Nottingham Forest. Cuatro puntos por encima del descenso y después de dos meses sin ganar, Steve Cooper veía cómo la zona de descenso se acercaba lentamente por el retrovisor. Tocaba poner tierra de por medio. Y lo hicieron durante la visita de un Aston Villa que vuela alto y que, a su vez, buscaba colarse en los puestos de Liga de Campeones. A los de Unai Emery, sin embargo, les comieron la tostada. Apenas habían transcurrido cinco minutos de partido cuando Aina sacó un derechazo desde la frontal, donde recibió libre de marca. Y marcó. Con un tiro ajustado al palo derecho. Imposible para Martínez.

Un campeón de Europa (1979 y 1980) pillando por sorpresa a otro campeón de Europa (1982). Cuestión de supervivencia en la Premier League. A Luiz, McGinn y compañía les costó entrar en el partido, y para cuando lo hicieron tuvieron que hacer frente a la organización del cuadro local. Perseguidores incansables, los de Cooper dieron la talla hasta el descanso. Aguantaron y luego volvieron a golpear.

En el primer minuto de la reanudación, al Villa le costó deshacerse de un balón en largo. A la mala marca en el fuera de juego le sucedió un despeje que nunca llego. Error tras error y el balón que terminó en la frontal, desde donde Mangala batió a Martínez con un potente derechazo. El meta argentino palmeo la pelota con una mano, pero no pudo mantenerla fuera de su portería. Se dobló entonces la dificultad de la tarea que encaraba el Villa. Emery dio entrada a Tielemans sobre la hora de juego. Necesitaba más creatividad y más mordida en el centro del campo. Pero no la tuvo. El belga, al igual que sus rivales en los dos tantos previos, también se encontró un balón suelto en la frontal. Su disparo, sin embargo, se fue directo a la grada.

Watkins tampoco tuvo su día, y la presión visitante no comprometió el triunfo local. Tampoco Bailey, que entró en el descanso. Ni Digne. No valieron los saques de esquina, no sirvió echar el resto en el tramo final. Apuró el Aston Villa, sí. Apretó y encerró atrás al Nottingham Forest. Pero sin acierto y sin ideas. Sin incomodarlo. No hubo manera y la frustración terminó tomando al cuadro de Emery, que deberán esperar una semana más para tratar de meterse en puestos Champions. En Nottingham respiran después de poner tierra de por medio con el descenso.

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