Derbi desastroso para Mou

Once años después de la última vez, la Lazio logró ganar dos derbis en la misma temporada, dando un paso de gigante en la pelea por los puestos de Champions. Con esta victoria (y a la espera del Inter-Juve), los de Sarri marchan segundos, con cinco puntos de ventaja sobre la Roma, que suma dos derrotas ligueras seguidas (tres en las últimas cuatro jornadas) y ahora es quinta. El partido tuvo un guion muy claro desde sus comienzos. Los de Mourinho, aún ausente por sanción, decidieron dejarle el esférico a sus rivales, quedándose atrás y buscando atacar la profundidad, cuando posible, con Dybala y Belotti.

El encuentro, tenso como todos los derbis della Capitale, fue bastante bloqueado en su primera media hora, con intentos de Wijnaldum y Felipe Anderson desde lejos. El evento clave del encuentro ocurrió en el minuto 32: Ibáñez confirmó su desastrosa tradición en los encuentros con la Lazio viendo su segunda amarilla por una ingenua falta sobre Milinkovic-Savic. La decisión del árbitro causó protestas y varios rifirrafes: en uno de ellos, se enfrentaron todos los presentes en ambos banquillos. Terminó con dos tarjetas rojas más a dos miembros del cuerpo técnico, uno en cada equipo.

En inferioridad numérica, Mou decidió renunciar a la calidad de Dybala para reforzar su ‘catenaccio’ con Llorente. La idea no funcionó, ya que, después de tres avisos de Felipe Anderson, la Lazio abrió la lata con un preciso remate raso de Zaccagni, que recibió del brasileño, se deshizo de Zalewski y batió a Rui Patrício. Los giallorossi reaccionaron de inmediato con una falta que llevó al posible 1-1, anotado por Casale en propia puerta y cancelado por fuera de juego de Smalling en la jugada.

Excluyendo el arreón del descuento, en el que Cristante tuvo una oportunidad para poner las tablas, y un disparo de un Spinazzola, que sigue creciendo, los biancocelesti gestionaron la segunda parte sin sufrir y pudieron celebrar una victoria fundamental, que en la capital italiana vale mucho más que los tres puntos. La fea imagen de Cristante y Marusic peleando tras el pitido final (ambos fueron expulsados) fue cancelada por la de Luis Alberto, que bailaba con sus niños en el césped del Olímpico mientras sus compañeros celebraban bajo la Curva Nord.

Para Mourinho, en cambio, una tarde para olvidar. Además de la derrota, perderá por sanción a Cristante, Ibáñez, Mancini (fue amonestado estando apercibido) y tampoco podrá contar con Kumbulla, al que le queda una jornada por la roja directa ante el Sassuolo. Con la Sampdoria, tendrá que reinventar su defensa.