El declive del Odegaard culé

En menos de diez años ha pasado Alen Halilovic de ser considerado un súpertalento por el que se peleaban los mejores clubes del mundo a llegar, con más pena que gloria, al modesto Fortuna Sittard de la liga neerlandesa. El club de la Eredivisie anunció la contratación de un jugador que cuando llegó al Barça, en 2014, estaba llamado a hacer grandes cosas en el conjunto blaugrana. Algo parecido a lo que ocurrió en el Madrid con Odegaard, aunque con la diferencia de que el noruego ha rehecho su carrera en el Arsenal.

Halilovic nunca pudo responder a las expectativas que generó. El Barça pagó 2,2 millones de euros al Dinamo Zagreb por contratarlo con 16 años y llegó a debutar en un partido de Copa del Rey ante el Elche. Su sitio, sin embargo, estuvo en el Barça B, con el que jugó en Segunda División. Dada la aureola que suscitaba a su alrededor, fue todo un acontecimiento que el croata militara en el segundo escalón del fútbol español.

Pero no despuntó y fue cedido al Sporting, antes de ser transferido al Hamburgo dos años después de llegar a la Ciudad Condal. En otra cesión, en esta caso a Las Palmas, sí se vio algo de lo que realmente era capaz, pero fue fugaz. Desde ahí, Milan, Standard de Lieja, Heerenveen, Birmingham, Reading y Rijeka han tenido al chico de oro sin que en ningún sitio se asentara.

En las últimas horas se confirmó que su nueva aventura le lleva al Fortuna Sittard, decimotercer clasificado el curso pasado en la liga de Países Bajos. Un declive absoluto para quien también jugó 10 partidos con la selección de Croacia y estuvo cerca de acudir a la Euro de 2016, para la que se cayó en la última criba previa. Alen Halilovic. Lo que pudo ser y no fue.