El Atalanta nunca muere

No hay golpe que tumbe a esta Atalanta. Tras las lesiones de Scalvini y Scamacca; el caso Koopmeiners, que se acerca a la Juventus; la rebelión de Lookman, que pidió quedarse fuera de la convocatoria a la espera de la llamada del PSG; y, la derrota en la Supercopa de Europa, la Dea levantó cabeza. Lo hizo con un espectacular 4-0 en el estadio del Lecce, con protagonistas dos jugadores que fichó en pocas horas para arreglar sus problemas: Brescianini, arrebatado al Nápoles tras pasar el reconocimiento médico con los azzurri, y Retegui, nuevo punta después de la baja de Scamacca.

Los de Bérgamo dominaron el partido desde sus comienzos, creando peligro con De Ketelaere y abriendo la lata con un derechazo del mediocampista italiano, que aprovechó un rechace de Falcone ante un testarazo del argentino.

El punta alargó la ventaja antes del descanso con un imperioso cabezazo a pase de Ruggeri y remató la faena en el comienzo de la reanudación. Retegui adelantó a Coulibaly en plena área y el árbitro, con la ayuda del VAR, detectó el pisotón del leccese al ex del Genoa. Un penalti claro que el delantero centro materializó, anotando el merecido 0-3. Brescianini puso la guinda al pastel completando también su doblete en el 66′, con un perfecto disparo raso recibiendo un pase al hueco de Pasalic. Tras caer con el Madrid, el Atalanta lidera la Serie A en su primera jornada. El equipo de Gasperini nunca muere, y volverá a dar guerra tanto en Italia como en la nueva Champions.

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